La Junta General de Accionistas de Repsol ha aprobado este viernes un dividendo complementario de 0,5 euros brutos por acción -con cargo a los beneficios del ejercicio 2023- que se abonará el próximo 8 de julio.
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Este pago se sumará a la retribución pagada en enero de este año. Con ello, el dividendo en efectivo aumentará un 29%, hasta los 0,90 euros brutos por acción, frente al ejercicio anterior.
Además, también se ha dado el visto bueno al reparto de otros 0,45 euros brutos por acción con cargo a reservas libres, cuya distribución está prevista a lo largo del mes de enero de 2025, en la fecha que concrete el Consejo de Administración.
La Junta General de Accionistas ha dado luz verde a una reducción del capital social, mediante amortización de 40 millones de acciones propias y a la delegación en el Consejo de Administración de la facultad de ejecutar reducciones de capital adicionales hasta un máximo de 121.739.605 acciones propias, equivalentes al 10% del capital social, para tener una mayor flexibilidad a la hora de llevar a cabo amortizaciones de acciones.
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, en su intervención ante los accionistas de la compañía, ha recordado que la actual estrategia fija un nuevo marco de asignación de capital con tres grandes prioridades: mejorar la retribución a los accionistas, mantener la calificación crediticia actual y un balance sólido, e implementar un plan de inversiones netas de entre 16.000 y 19.000 millones de euros hasta 2027, de los que más de un 35% se destinará a iniciativas bajas en carbono.
También ha remarcado que la política retributiva de la compañía -con el compromiso de destinar entre un 25% y un 35% del flujo de caja de las operaciones- continúa siendo una de las más atractivas de la Bolsa española y del sector.
Repsol distribuirá 4.600 millones en efectivo en el periodo 2024-2027, una retribución que se completará con recompras de acciones de hasta 5.400 millones de euros.