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DIA arranca un mes clave para su futuro. A dos semanas de la junta de accionistas, LetterOne, su principal accionista, y el Consejo de Administración tratan de menoscabar las respectivas alternativas propuestas para la compañía mientras desde el mercado espera algún tipo de pacto que ponga fin al conflicto.
El cruce de acusaciones de los últimos días lleva a los analistas a pensar que la única salida es un acuerdo. No está claro cuál podría ser o quién cederá finalmente, pero no hay muchas más opciones. Lo más probable, apuntan fuentes del sector, es que el Consejo de DIA tenga que dar su brazo a torcer y acabar apoyando el plan del magnate Mijaíl Fridman ya que tiene complicado sacar adelante su plan en la junta de accionistas teniendo en contra, como mínimo a un 38% del capital (el 29% de LetterOne y el 9% de los minoritarios que ya se han manifestado en contra).
Con el camino despejado, el fondo de Fridman estará en posición para negociar con la banca -de vuelta al consejo de la compañía- antes de que lleguen los vencimientos de finales de mayo evitando tener que pedir la disolución de la compañía. La hoja de ruta de LetterOne contempla una ampliación de capital por 500 millones respaldada por el propio grupo de Fridman para garantizar la recapitalización de la compañía y la ejecución de su plan estratégico.
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Antes de que la CNMV dé luz verde a la opa voluntaria de Fridman y pueda valorar el folleto, la cúpula de DIA ya se ha posicionado sobre la segunda parte de su plan: la ampliación de capital de 500 millones con la que el magnate ruso quiere recapitalizar la compañía.
El Consejo que capitanea Borja de la Cierva alerta a los accionistas de la "incertidumbre" de este aumento propuesto ya que depende del éxito de la opa, de alcanzar un acuerdo con la banca acreedora y, además, de que los plazos legales o la posibilidad de una contraopa retrase el proceso y no se llegue a tiempo al pago del vencimiento del bono de julio. Además de afirmar que puede llevar a la disolución de la compañía, acusa a LetterOne de impedir a los accionistas "participar en la creación de valor" a futuro de DIA.
Para LetterOne, el posicionamiento del Consejo "induce a error e intenta poner en duda la viabilidad del plan de recapitalización" que ellos proponen. En paralelo, el fondo de Fridman indica que ha pedido a DIA más detalles sobre la ampliación de capital que proponen ellos y que respalda Morgan Stanley.
Para el fondo de Fridman, "no tiene mucho sentido" que un banco de inversión estadounidense esté dispuesto a inyectar semejante cantidad de dinero en una empresa en tan frágil situación si no es bajo unas condiciones estrictas que, consideran, el Consejo no ha desvelado aún. Fuentes de DIA indican que procederán a responder sobre las cuestiones planteadas por LetterOne sobre la ampliación, aunque no concretan fecha.
Los analistas tampoco han visto clara la estrategia de DIA de los últimos días. Los analistas de Haitong Research subrayan que si bien el plan de LetterOne supone riesgos para la compañía, "la alternativa que propone el Consejo es aún más arriesgada". Su postura es clara: el accionista tendrá que elegir entre un plan arriesgado (el de LetterOne), u otro que implica "aún más riesgos y que será ejecutado por un equipo en el que hay miembros responsables de la difícil situación que atraviesa DIA".
Para Corporance la decisión también está clara: votar en contra de la ampliación de 600 millones que propone el Consejo de DIA. Aunque ven necesaria la recapitalización, desconfían de la cúpula de la compañía: "Tenemos serias preocupaciones sobre el equipo directivo de la compañía y sus malas praxis a nivel de Gobierno corporativo", destaca su informe en el que señala la necesidad de un nuevo cambio en la cúpula de la cadena de supermercados.
Pese al cruce de acusaciones, desde ambas partes mantienen los canales de comunicación abiertos. En la presentación que la propia cadena de supermercados ha enviado al regulador este fin de semana, el consejo afirma que "están abiertos" a trabajar con L1 -el brazo inversor de Fridman-, para que "su propuesta sea aceptable para todos los grupos de interés" (accionistas, acreedores, empleados y proveedores), "al tiempo que garantice el cumplimiento de todos los compromisos operativos, regulatorios y financieros de la compañía".
LOS MINORITARIOS CARGAN CONTRA EL CONSEJO
A los accionistas minoritarios tampoco les ha gustado la actitud del Consejo de DIA. La Asociación de Accionistas Defensores de DIA (AADD) considera que la cúpula de la cadena de supermercados sigue lanzando mensajes "alarmistas y catastrofistas" sobre el futuro de la empresa si no se acepta su proyecto. En su opinión, el Consejo debe "buscar alternativas" que no se están teniendo en cuenta para asegurar la viabilidad de una compañía a la que ven "un enorme valor" y con ingresos que en ningún caso justifican tener que llegar a la disolución o concurso de acreedores.
La Asociación afirma que acudirá a la junta para oponerse tanto a la operación acordeón que ha planteado el Consejo de DIA como a la ampliación de capital de LetterOne por condicionarla al éxito de una opa lanzada a un precio muy inferior al valor de la compañía. "Supondría malvender la compañía a un inversor investigado por sus actuaciones financieras en España y fuera de España", apuntan desde el grupo de minoritarios que representan alrededor de un 6% del capital de DIA.