Renault ha presentado este viernes un plan de ajuste con el que pretende reducir en unos 2.150 millones de euros su estructura anual de costes y que supondrá la supresión de unos 15.000 empleos en el mundo, un 8% de su plantilla mundial, sin despidos, de los cuales 4.600 en Francia. Asimismo, ha anunciado que no contempla la reducción de su producción en sus fábricas españolas (Valladolid, Palencia y Sevilla) y tampoco el cierre de ninguna de sus factorías ubicadas en territorio nacional.
- 46,850€
- -0,49%
Noticia relacionada
El cierre de Nissan arriesga la competitividad del sector y la transición al coche eléctricoEl grupo automovilístico francés insistió en un comunicado en que esa reducción de efectivos, que afectará al 8% de su plantilla global y se escalonará en los tres años de puesta en marcha completa del plan, la hará con "un diálogo ejemplar" con los representantes de los trabajadores y con las autoridades locales en cada país. Renault también reducirá sus capacidades de producción de cuatro millones de vehículos en 2019 a 3,3 millones en el horizonte de 2024.
El fabricante de automóviles galo aplicará "medidas de reconversión, de movilidad interna y de salidas voluntarias". El recorte anunciado deja de lado la cuestión de en qué medida seguirá recurriendo o no a interinos y trabajadores con contratos temporales.
Según informó la empresa, el objetivo de este nuevo programa hasta 2023, que tendrá un coste de unos 1.200 millones de euros, es devolver la competitividad a la compañía y garantizar su desarrollo a largo plazo en el marco de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi.
La intención de la firma del óvalo es priorizar la generación de flujo de caja a través de un enfoque más eficiente de las actividades operativas y de una "gestión rigurosa de los recursos", en torno a áreas estratégicas como la movilidad eléctrica, los vehículos comerciales, la economía circular y la innovación.
Para lograr estos objetivos, la compañía tendrá que hacer ajustes de plantilla que afectarán a casi 4.600 personas en Francia hasta 2023, que se sumarán a los cerca de 10.000 empleos que se recortarán en todo el mundo. Estas medidas se llevarán a cabo a través de reconversión de puestos de trabajo, movilidad interna y salidas voluntarias.
REDUCCIÓN DE SU CAPACIDAD DE PRODUCCIÓN
La empresa implementará, a su vez, una reorganización de sus estructura industrial, de forma que para 2024 su capacidad de producción mundial anual se sitúe en 3,3 millones de vehículos, en comparación con los 4 millones de 2019, lo que supone una bajada de casi el 18%.
El grupo persigue lograr un ahorro de costes en el entorno industrial de unos 650 millones de euros, para lo que trabajará en la transformación de sus factorías a la Industria 4.0 y mejorará los procesos de ingeniería.
Además, paralizará todos sus planes de aumento de capacidad productiva, como los previstos en Marruecos y Rumanía, estudiará su realidad industrial en Rusia y realizará un estudio de la racionalización de la fabricación de cajas de velocidades en todo el mundo.
VENTA DE PARTICIPACIÓN EN LA JV CON DONGFENG
De esta manera, Renault venderá a Dongfeng Motor la participación que mantiene en la 'joint venture' Dongfeng Renault Automotive Company en China y pondrá fin a la comercialización de vehículos bajo su marca en China.
En cuanto a Francia, la multinacional automovilística iniciará un proceso de consultas para la creación desde las plantas de Douai y Maubeuge de un centro de excelencia optimizado para vehículos comerciales eléctricos y ligeros en el norte de Francia.
También se plantea la reconversión de la instalación de Dieppe al final de la producción del modelo Alpine A110 y en Flins creará un "ecosistema de economía circular", que contempla la transferencia de actividades de Choisy-le-Roi. También hará una revisión estratégica de sus operaciones de fundición en Bretaña.
MEDIDAS DE EFICIENCIA
Además, la compañía francesa también quiere experimentar ahorro de 800 millones de euros, gracias a la mejora de la eficiencia y la reducción de costes por las sinergias alcanzadas en el marco de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi.
De esta forma, Renault reducirá la diversidad de componentes de sus vehículos y aumentará la estandarización dentro del plan 'líder-seguidor' puesto en marcha por la alianza y que conlleva que la empresa lidere en Europa, entre otras regiones.
La compañía llevará a cabo una concentración del desarrollo de tecnologías estratégicas de alto valor añadido en los centros de ingeniería de Ile-de-France y de optimización del uso de centros de I + D fuera de Francia.
Por otro lado, la multinacional contempla ahorrar unos 700 millones de euros mediante una disminución de sus gastos generales y de marketing, a lo que contribuirá la digitalización, al tiempo que llevará a cabo una reorientación de actividades para mejorar el aprovechamiento de los recursos.
Con motivo de la presentación de este plan de ahorro, el presidente de la empresa, Jean-Dominique Senard, subrayó que estos cambios "son fundamentales para garantizar la sostenibilidad de la empresa y su desarrollo a largo plazo".
"Somos plenamente conscientes de nuestra responsabilidad y la transformación prevista solo puede llevarse a cabo desde el respeto de todas las partes interesadas de nuestro grupo y en el marco de un diálogo social ejemplar", indicó Senard.
Por su parte, la directora general interina de la enseña, Clotilde Delbos, aseguró que, en un contexto de incertidumbre y complejidad, este proyecto "es vital" para garantizar un rendimiento sólido y sostenible, con la satisfacción de los clientes como prioridad.