Renault ha subido un 1,27% en la Bolsa de París, aunque los títulos del fabricante de automóviles se han llegado a disparar más de un 5% al inicio de la sesión, después de conocerse que cancela sus planes de sacar a cotización a Ampere, su filial de coches eléctricos y software, prevista para la primera mitad de este año, debido a que las condiciones del mercado no cumplen con los requisitos óptimos de la compañía para continuar con el proceso.
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Para los expertos de Bankinter, la noticia es negativa, pero creen que tendrá un impacto limitado porque el mercado ya especulaba con esta posibilidad.
"En el escenario actual nos parece una decisión lógica. Por un lado, la compañía pretendía alcanzar una valoración de 8.000/10.000 millones de euros, muy por encima de los 3.000/4.000 millones barajados por el consenso. Por otro, el contexto no acompaña al vehículo eléctrico. Las ventas desaceleran en un escenario de falta de puntos de recarga, alta competencia y sobrecapacidad en mercados tan relevantes como China, retirada de subsidios (Alemania, por ejemplo) y elevados costes de financiación. No solo por el entorno de tipos altos, sino también por la caída de precios residuales de los eléctricos puros que encarece la financiación vía leasing", añaden.
Desde Jefferies también consideran que se trata de una "decisión lógica" y que la cancelación de la salida a Bolsa de Ampere "debería ser positiva para los accionistas actuales, ya que minimiza la dilución inicial (aunque Nissan y Mitsubishi Motos conservan la opción de invertir) y elimina una capa de complejidad en el caso de inversión".
"No hay cambios en el proyecto industrial Ampere de delimitar las operaciones de vehículos eléctricos para reducir los costos a través de diferentes procesos de ingeniería, software y fabricación (ElectriCity). Con una liquidez neta estimada superior a los 4.000 millones de euros al final de 2023, vemos una financiación adecuada para Ampere", remarcan estos estrategas.
Además, estiman que, si bien las valoraciones actuales de los vehículos eléctricos puros hacen que una oferta pública inicial no sea atractiva, alcanzar un punto bajo en el sentimiento negativo sobre los vehículos eléctricos proporciona una ventaja para las acciones de Renault.
Por su parte, los analistas de Citi señalan que la decisión "elimina la principal preocupación de los inversores". "Nosotros aplaudimos a la dirección por su pragmatismo y compartimos la preocupación de que el (excesivo) entusiasmo por los vehículos eléctricos ha dado paso a un igualmente improbable pánico por ellos".
"Una vez eliminada la preocupación clave, y con unas perspectivas para el año fiscal 24 potencialmente menos malas de lo que se temía, creemos que Renault podría pasar rápidamente a una valoración más razonable hacia nuestro precio objetivo de 45 euros", concluyen.