Reino Unido ha anunciado este martes que prohibiría el equipo del gigante tecnológico chino Huawei hacer uso de la red inalámbrica de alta velocidad del país. Esta decisión supone una victoria para la administración de Donald Trump y un cambio de sentido respecto a la decisión anterior del primer ministro Boris Johnson que subraya cómo la tecnología ha tomado el centro del escenario en la división entre potencias occidentales y China.
En enero, Reino Unido dijo que el equipo de Huawei podría usar su nueva red 5G de forma limitada. Pero desde entonces, Johnson ha enfrentado una creciente presión política a nivel nacional para tomar una línea más dura contra Beijing. En mayo, EEUU impuso nuevas restricciones para interrumpir el acceso de Huawei a componentes importantes.
El cambio radical en el Gobierno británico indica una nueva voluntad entre los países occidentales de confrontar a China , una determinación que se ha vuelto más firme desde que Beijing adoptó el mes pasado una nueva ley para estrechar su control sobre Hong Kong, la ciudad semiautónoma que fue una colonia británica hasta 1997. El martes, Robert O'Brien, asesor de seguridad nacional del presidente Trump, se encontraba en París para reunirse sobre China con sus homólogos de Reino Unido, Francia, Alemania e Italia.
Los críticos de Huawei dicen que sus estrechos vínculos con el gobierno chino significan que Beijing podría usar el equipo para espionaje o para interrumpir las telecomunicaciones, algo que la compañía discute fuertemente.
El Gobierno de Reino Unido argumenta que Huawei creó demasiado riesgo para un proyecto tan crítico y multimillonario, por lo que prohibiría la compra de nuevos equipos Huawei para redes 5G después de diciembre. Además, el equipo existente ya instalado debería ser eliminado de las redes por 2027.