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La Autoridad de Conducta Financiera (FCA, por sus siglas en inglés) de Reino Unido ha multado a Barclays con 40 millones de euros por no divulgar "ciertos acuerdos" con entidades cataríes en 2008.
La multa impuesta por el regulador financiero se remonta a la crisis financiera de 2008 y 2009, cuando Barclays buscórecaudar fondos de inversores extranjeros, como los ya mencionados de Catar, para evitar un rescate estatal.
"La FCA emitió por primera vez avisos de advertencia contra Barclays en 2013. El caso se pausó debido a procedimientos penales iniciados por la Oficina de Fraudes Graves (SFO, por sus siglas en inglés). Se reanudó tras la desestimación de los procedimientos contra Barclays y la absolución de las otras partes involucradas", ha explicado la Autoridad en un comunicado.
De igual modo, el regulador recuerda que estableció su caso contra Barclays en octubre de 2022, mientras que el banco británico optó por remitir el caso al Tribunal Superior, un órgano independiente de la FCA que escucha apelaciones contra casos de cumplimiento normativo. Previamente, la FCA había decidido imponer una multa total de 50 millones de libras.
"Los eventos de 2008 fueron de importancia nacional, ya que los bancos buscaban recapitalización de emergencia. La FCA tiene como objetivo principal garantizar la integridad del mercado. Los bancos deben tratar con seriedad sus obligaciones hacia el mercado y los accionistas", ha indicado el regulador.
En un comunicado emitido el lunes, Barclays afirmó que no aceptaba los hallazgos de la FCA, pero que había decidido retirar su apelación debido al "tiempo transcurrido desde los eventos". Barclays explicó que los intereses del banco, sus accionistas y otros grupos de interés se veían mejor servidos con el retiro de la apelación, y agregó que la multa no tenía un impacto financiero material para la entidad.
La FCA ha celebrado la decisión del banco, al tiempo que "reconoce que este caso se refiere a decisiones de divulgación tomadas en el contexto de aumentos de capital muy grandes y complejos que tuvieron lugar hace muchos años bajo una considerable presión del mercado".
"La mala conducta de Barclays fue grave y significó que los inversores no tenían toda la información que deberían haber tenido. Sin embargo, los eventos ocurrieron hace más de 16 años, y reconocemos que Barclays es hoy una organización muy diferente, habiendo implementado cambios en todo el negocio. Es importante que las empresas cotizadas proporcionen a los inversores la información que necesitan", ha explicado Steve Smart, director ejecutivo conjunto de supervisión de mercados y cumplimiento normativo del regulador británico.