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Bankia tuvo en la primavera de 2011, antes de que la entidad debutara en el mercado, conversaciones con dos fondos norteamericanos para venderse en lugar de salir a bolsa, pero las rechazó. De acuerdo con su expresidente Rodrigo Rato, “la posición de los fondos americanos era muy agresiva” y las conversaciones con estas dos firmas no llegaron a buen puerto, dado que no daban al banco “confianza para avanzar”.
Rodrigo Rato ha sido el primero de los acusados en el caso Bankia en pasar por el interrogatorio con la fiscal del proceso, Carmen Laúna, que en la primera sesión de su declaración cuestionó al expresidente de la entidad sobre las opciones alternativas a la salida a bolsa que tenía Bankia tras la constitución del Sistema Institucional de Protección (SIP).
Durante su intervención, en la que trasladó la responsabilidad de la mayoría de sus decisiones al Banco de España y al Gobierno, Rato explicó que la entidad había recibido el interés de dos fondos norteamericanos para recapitalizarse como vía alternativa a la Oferta Pública de Suscripción (OPS) que finalmente se llevó a cabo en julio de 2011.
“No había muchos inversores privados que vinieran en ese momento a los bancos españoles, pero recuerdo dos norteamericanos con los que nos entrevistamos y no había nada que hacer”, apuntó Rato. En su opinión, aunque en la primavera de 2011 aún “no habían sucedido determinadas cuestiones en Europa”, la posición de los fondos norteamericanos “era muy agresiva”.
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Rato, arrogante: "A nadie le pareció mal la OPV de Bankia. Igual a la Fiscalía sí"De haber aceptado sus premisas, la valoración de Bankia habría sufrido “descuentos”, lo que habría llevado a “depreciar muchísimo el valor de la entidad”. Para Rato, una buena oferta habría estado en, mínimo, 4 euros por acción, pues la salida a bolsa se hizo a 3,75 euros por título.
“Si hubiera venido una oferta que se hubiera movido por encima de 4, 5 o 6 euros sí podríamos hacer algo. Pero no venía”, señaló y compartió una reflexión: “En esas conversaciones nunca estás seguro de que el que te viene a ver tenga el dinero o a lo que venga es a conseguir unas condiciones y luego buscar al inversor”.
En todo caso, Rato explicó que el consejo de administración de Bankia no abandonó hasta el final esta vía alternativa a la salida a bolsa, que se produjo, por cierto, en un contexto de mercado que “no era fácil”. “Tuvimos intentos pero no vino nadie que nos diera confianza para avanzar, una oferta solvente. Algunos bancos españoles nos presentaron gente, pero era todo muy poco sólido”, dijo.
La baja apuesta de estos fondos por dar a Bankia un valor superior a 4 euros por acción casa con el desinterés que mostraron los inversores institucionales internacionales en la salida a bolsa de la entidad, que tuvo éxito gracias a las grandes empresas españolas que entraron en el valor y al tramo minorista, al que se colocó un gran número de acciones.
SU DEFENSA CONTINÚA
El juicio oral por la salida a bolsa de Bankia se ha retomado esta semana con el inicio de las declaraciones de los acusados, estrenadas por Rodrigo Rato. El expresidente de Bankia, exvicepresidente del Gobierno y ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) se sometió el martes a casi cinco horas de interrogatorio por parte de la fiscal del caso en el preludio de lo que serán, previsiblemente, varias sesiones de explicaciones sobre su papel en la salida a bolsa de Bankia.
En la sesión de este miércoles, la representante del Ministerio Fiscal continuará con las preguntas a Rato, que ha rechazado responder a las acusaciones particulares y populares. Lo hará después de haber mantenido el martes con el expresidente de Bankia un enfrentamiento por llevar las riendas del interrogatorio. En esa primera sesión de su declaración, Rato respondió a Laúna con arrogancia y constantes interrupciones, así como con expresiones como "No perdamos más tiempo", "no entiendo adónde estamos llegando" o "no estoy conforme con su diagnóstico".
