Desde que dibujara máximos anuales, el pasado 14 de abril, IAG no ha hecho más que perder posiciones. La aerolínea cede desde entonces alrededor de un 10%. En el caso de las de bajo coste ('low cost'), en las últimas semanas los títulos de Ryanair e easyJet se han dejado un 15% de media.
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Hay preocupación en torno a los precios de los vuelos ante una demanda de pasajeros más débil. En el caso de Ryanair e easyJet, las acciones han vuelto a niveles de diciembre, "ya que la 'espuma' que se construyó a partir de los comentarios alcistas que se hicieron en su momento sobre los precios del verano se ha disipado, dejando un alto grado de incertidumbre sobre el estado de la demanda subyacente", dicen los estrategas de JP Morgan.
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Ryanair publicó resultados de su año fiscal 2024 el pasado 20 de mayo y anticipó una demanda para el verano "positiva", con "reservas que muestran una tendencia por delante del año pasado". Añadió, sin embargo, que la visibilidad es limitada y que el resultado dependerá en gran media de los precios del pico del verano.
Los precios de los vuelos de corto alcance durante el periodo del verano de máxima demanda (suele incluir las vacaciones escolares y los meses en los que muchas personas cogen su descanso, generalmente de junio a agosto) son indicadores importantes del rendimiento financiero de las aerolíneas. Durante estos meses, las aerolíneas suelen ajustar sus tarifas debido a la alta demanda de asientos, y las tendencias de precios y demanda resultan clave.
LOS DOS POSIBLES ESCENARIOS PARA EL VERANO
JP Morgan planea dos opciones ahora para las aerolíneas de bajo coste de cara al verano. En primer lugar, prevé un aumento del +3%/+5% de las tarifas de los vuelos de corta distancia en el pico del verano, lo que seguiría siendo un resultado "muy bueno", indicativo de "una normalización inevitable de las tendencias de precios y de una recuperación de la oferta y la demanda".
A partir de aquí, el otro escenario, más desfavorable, es que el crecimiento de los precios de las rutas cortas en verano se vuelva totalmente negativo. Es decir, que las tarifas de los vuelos de corto alcance en el verano no solo dejen de crecer, sino que empiecen a disminuir. Tal escenario sería desfavorable para las aerolíneas, ya que normalmente esperan aumentar sus ingresos aprovechando la alta demanda en verano. Un descenso en los precios indicaría una menor disposición de los consumidores a pagar tarifas más altas, lo que podría afectar significativamente los ingresos y la rentabilidad de estas compañías.
JP Morgan baraja como escenario base el primero, y reconoce que, por ahora, hay pocos indicadores que señalen que el crecimiento de precios en el pico del verano pueda ser negativo (tanto para las 'low cost' como para las aerolíneas tradicionales).
"Ante este panorama, aconseja 'sobreponderar' Ryanair y 'sobreponderar' easyJet después de los movimientos de precios a la baja en las últimas semanas". Para easyJet, eso sí, recorta el precio objetivo hasta 670 peniques desde 710 peniques.
IAG, FAVORITA ENTRE LAS AEROLÍNEAS TRADICIONALES
Los comentarios sobre precios no han sigo tan negativos para las aerolíneas tradicionales, donde las expectativas "han sido más realistas", afirma JP Morgan.
"Seguimos estando 'sobreponderados' en IAG, donde vemos más potencial al alza para las estimaciones en comparación con los costes (y posibles vientos favorables de las inversiones de reestructuración) en comparación con el riesgo a la baja para las estimaciones en Lufthansa y Air France-KLM", para las que JP Morgan recomienda 'infraponderar'.
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