Puig ha anunciado este lunes su intención de realizar una oferta pública de venta (OPV) de sus acciones clase B dirigida a inversores cualificados. La sociedad planea solicitar la admisión a cotización de las acciones en las Bolsas de Valores de Barcelona, Madrid, Bilbao y Valencia y su negociación a través del Sistema de Interconexión Bursátil (Mercado Continuo).
La oferta consistirá en una oferta de acciones de nueva emisión por parte de la sociedad, con el objetivo de captar aproximadamente 1.250 millones de euros. Además, espera que su accionista mayoritario -la sociedad Exea, patrimonial de la familia Puig- coloque en el mercado parte de sus acciones, por un importe de más de 1.250 millones.
Tras la oferta, la familia Puig conservará una participación mayoritaria y la gran mayoría de los derechos de voto de la compañía.
Puig ha explicado que utilizará los ingresos netos de la captación de fondos para fines corporativos generales como la refinanciación de las adquisiciones de participaciones adicionales en Byredo y Charlotte Tilbury y la financiación de cualquier inversión estratégica futura y gastos de capital.
El capital social de Puig se compone de acciones de clase A y acciones de clase B. Cada una de las acciones de clase A confiere cinco votos y cada una de las acciones de clase B confiere un voto. Cada acción de clase B confiere los mismos derechos económicos que cada acción de clase A.
Además de la oferta propuesta, como parte de la contraprestación que debe pagar Puig por la adquisición a algunos accionistas minoritarios de sus respectivas participaciones adicionales en Byredo y Charlotte Tilbury, la compañía emitirá cierta cantidad de acciones de clase B para su suscripción por dichos accionistas minoritarios. Estas acciones de clase B de nueva emisión serán adicionales a la oferta de nuevas acciones emitidas por la sociedad en la OPV y se suscribirán al precio final de la oferta, pero sin formar parte de ella.
Goldman Sachs Bank Europe y JP Morgan actúan como 'joint global coordinators' y 'joint bookrunners' de la oferta. Banco Santander, BofA Securities Europe, BNP Paribas y CaixaBank actúan como 'joint bookrunners'. BBVA y Banco de Sabadell actúan como 'co-lead managers'. Linklaters actúa como asesor legal de Puig.
Puig y Exega acordarán determinados compromisos de no disposición (lockup) con los 'managers' durante un periodo comprendido entre la fecha de firma del contrato de aseguramiento y 180 días naturales a partir de la admisión. Los consejeros, altos directivos y determinados empleados de Puig también acordarán determinadas restricciones de disposición durante un periodo comprendido entre la fecha de firma del contrato de aseguramiento y 365 días naturales después de la admisión, pero solo con respecto a un determinado número de acciones de clase B. Además, los nuevos accionistas minoritarios también estarán sujetos a restricciones de disposición durante un periodo de 180 días naturales con respecto a las nuevas acciones de clase B que reciban.
“El anuncio de hoy es un paso decisivo en los 110 años de historia de Puig. Gracias a nuestra estrategia de creación de un porfolio de marcas propias, centrándonos en los productos Prestige y ampliando nuestro liderazgo en fragancias Niche, maquillaje y dermocosmética, Puig ha registrado de forma constante un crecimiento sólido y rentable", ha declarado Marc Puig, presidente ejecutivo de la mítica firma de belleza. "Nuestro carácter único y creativo nos ha permitido atraer a fundadores y marcas líderes, con los que hemos establecido asociaciones a largo plazo y a los que hemos ayudado a crecer y, al mismo tiempo, preservar su legado. Creemos firmemente que crear marcas ‘premium’ exige pensar a largo plazo, y tener una familia en el núcleo de una compañía fomenta este enfoque, porque las familias tienden a preocuparse en igual medida por el horizonte temporal de la próxima generación como por el próximo trimestre. Al mismo tiempo, es importante que toda empresa familiar cuente con los controles y equilibrios adecuados, especialmente durante las transiciones generacionales. Creemos que el equilibrio de ser una compañía familiar que al mismo tiempo está sujeta a la responsabilidad del mercado nos permitirá competir mejor en el mercado internacional de la belleza durante la próxima fase de desarrollo de Puig. Además, creemos que convertirnos en una compañía cotizada alineará nuestra estructura corporativa con la de las mejores compañías familiares del sector de la Belleza Premium a escala mundial, nos ayudará a atraer y retener talento y respaldará la estrategia de crecimiento de nuestro porfolio y nuestras marcas”.