- Su nueva plantilla es de más de 13.000 empleados
- El Gobierno español pide "tranquilidad" ante esta novedad en un sector trascendente para su economía
La alemana Opel, filial de General Motors, ya forma parte del Grupo PSA Peugeot Citroen y 2.200 millones de euros tienen la culpa. Este acuerdo, que se hizo oficial el pasado lunes, provocó el ascenso de PSA a la segunda posición como fabricante de vehículos en Europa, por detrás del Grupo Volkswagen.
No obstante, en España, segundo país productor de coches de Europa tras Alemania, PSA arrebata el trono a Volkswagen y se convierte en el mayor fabricante de vehículos. Los centros de PSA Peugeot Citroen en Vigo (450.000 vehículos) y Villaverde (80.000 vehículos) junto a la fábrica de Opel en Figueruelas (361.000 vehículos) suman un total de 891.000 coches fabricados en 2016. Por delante del grupo alemán, que lideró el mercado el pasado año con 791.000 vehículos (454.000 automóviles producidos en Seat Martorell y las 297.000 Polo de VW Navarra ).
PSA tendría en sus manos el 30% del total de los 2,9 millones de vehículos que se fabrican dentro del territorio español. Una importante presencia que también destaca en ventas. Entre Peugeot, Citroën y Opel vendieron unos 295.000 vehículos en España, lo que representa un 15% del total de 1,14 millones de automóviles vendidos en el territorio nacional.
MÁS DE 13.000 EMPLEADOS
El acuerdo también provoca la creación de una macroplantilla del sector del automóvil repartido por la geografía española. PSA contará con más de 13.000 empleados si se tiene en cuenta la suma de los 5.800 empleados en la fábrica de Figueruelas (Zaragoza), más de 6.000 empleados en su planta de Vigo (Pontevedra) y 1.842 en Villaverde (Madrid).
Este nuevo escenario ha creado cierta incertidumbre. Por ello, Carlos Tavares, presidente del grupo PSA Peugeot Citroën, quiso trasladar un mensaje de seguridad a sus empleados españoles: “Que estén tranquilos, porque lo que buscamos juntos es la eficiencia”. Con respecto a las fábricas del nuevo miembro del grupo que lidera, Tavares señaló que no prevé en principio el cierre de ninguna instalación a escala internacional, sino que se propondrá guiarse por unos estándares de rendimiento en los que precisamente destacan las instalaciones nacionales. Además, ha dicho que estará "muy contento" de visitar las instalaciones de Opel en Zaragoza en cuanto su agenda se lo permita.
El presidente de PSA se verá la caras con sus nuevos empleados. El Comité de Empresa Europeo de Opel ha lamentado que la información para los trabajadores “se ha hecho muy tarde”, y ha asegurado que la falta involucración de los comités en el tiempo adecuado “ha abierto la puerta a especulaciones negativas, que han dañado la imagen de la marca”.
El Gobierno español también considera fundamental la estabilidad tras este movimiento. El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, y el ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos, han señalado que “es necesario ese mensaje de tranquilidad para los empleados por el buen funcionamiento de las factorías españolas y el auge del sector automovilístico en nuestro país".
LA GRAN SOMBRA DEL ERE
No obstante, los más pesimistas tras la operación se basan en los datos de despidos masivos de ambas compañías en la última década en Europa. PSA cerró su planta en Ryton (Gran Bretaña) en 2007 y despidió a 2.300 empleados en 2013 hizo lo mismo con el cierre de su fábrica en Aulnay (Francia), con 3.300 trabajadores. Opel clausuró las factorías de Amberes (Bélgica) en 2010 y Bochum (Alemania) en 2014, con un total de 4.300 trabajadores despedidos.
Sin olvidar los ajustes que realizaron en España. PSA Peugeot Citroën alcanzó un acuerdo con el 92% del Comité de Empresa para la firma de un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE) que afectó a 1.311 trabajadores de su fábrica de Villaverde (Madrid) el pasado mes de septiembre.
Pero el gran problema de Villaverde es que fábrica sólo un modelo, el Citroën C4 Cactus. Un modelo que no termina de funcionar en el mercado, algo que provoca que la planta no termine de rendir a su máxima capacidad. Por otro lado, en la factoría de Opel en Figueruelas (Zaragoza), la dirección de General Motors acordó con los sindicatos la aplicación de un ERE para toda la plantilla con un máximo de 35 días por empleado. Este expediente, acordado en el pasado mes de marzo, se comenzó a aplicar el 27 de marzo de 2016 y tiene una duración hasta el 30 de abril de 2017.
Al contrario que Villaverde, la producción en Figueruelas está más diversificada. La planta aragonesa fabricará el Corsa de forma íntegra que estaba planeado para 2019, pero las empresas auxiliares dicen que la fecha de lanzamiento podría ser en 2020. Además, en la planta se producirán las primeras sinergias de la compra de PSA, al fabricar el Crossland X (sustituto del del Opel Meriva) y el Citroën C3 Picasso.
Un hecho similar sucederá en la fábrica de Vigo. En la planta gallega se producirá la furgoneta denominada K-9 en un proyecto conjunto entre el grupo francés y Opel. Además se mantendrá la producción del Citroën C4 Picasso, Grand Picasso, C-Elysée y el Peugeot 301. Una demanda que hace fundamental el mantenimiento de la plantilla del nuevo 'monstruo' del automóvil español.