La Autoridad de los Mercados y la Competencia (CMA, por sus siglas en inglés) de Reino Unido ha emitido una declaración de objeciones dirigida a Google sobre sus prácticas en tecnología publicitaria al poder haber violado la ley de competencia para favorecer sus propios servicios.
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El regulador británico ha determinado provisionalmente que la tecnológica "ha dañado la competencia al usar su dominio en la publicidad gráfica en línea para favorecer sus propios servicios de tecnología publicitaria".
La investigación llevaba a cabo por la CMA ha descubierto que Google está utilizando prácticas anticompetitivas en tecnología publicitaria de visualización abierta, lo que cree que podría estar perjudicando a miles de editores y anunciantes del Reino Unido.
Por ello, Competencia teme que Google esté utilizando activamente su dominio en este sector para favorecer sus propios servicios. "Google pone en desventaja a sus competidores y les impide competir en igualdad de condiciones para ofrecer a los editores y anunciantes un servicio mejor y más competitivo que respalde el crecimiento de su negocio", ha detallado.
La investigación de la CMA se ha centrado en el papel de Google como intermediario en tres partes clave de esta cadena, donde tiene una posición de mercado poderosa con altas cuotas de mercado. Para los anunciantes, Google opera dos herramientas de compra de anuncios, conocidas como "Google Ads" y "DV360". Para los editores, opera un servidor de anuncios para editores, conocido como "DoubleClick For Publishers" (DFP).
Las conclusiones provisionales de la CMA se refieren a una "autopreferencia" anticompetitiva por parte de Google. La CMA ha determinado provisionalmente que, al menos desde 2015, Google ha abusado de su posición dominante mediante el funcionamiento de sus herramientas de compra y del servidor de anuncios para editores con el fin de fortalecer la posición de mercado de AdX y proteger a AdX de la competencia de otras bolsas.
Además, debido a la naturaleza altamente integrada del negocio de tecnología publicitaria de Google, la CMA ha determinado provisionalmente que la conducta de Google también ha impedido que los servidores de anuncios para editores rivales puedan competir eficazmente con DFP, lo que perjudica la competencia en este mercado.
La CMA ha determinado provisionalmente que esta conducta anticompetitiva sigue vigente. Por lo tanto, "está estudiando qué puede ser necesario para garantizar que Google cese las prácticas anticompetitivas y que no incurra en prácticas similares en el futuro", ha recalcado.
La CMA ahora considerará cuidadosamente las declaraciones de Google antes de tomar una decisión final. Cabe recordar que el Departamento de Justicia de Estados Unidos y la Comisión Europea también han abierto investigaciones independientes sobre las actividades de Google en el ámbito de la tecnología publicitaria. Ambos procedimientos están actualmente en curso.
GOOGLE: "RESPONDEREMOS EN CONSECUENCIA"
Tras conocerse esta investigación de la CMA al negocio AdTech de Google, la compañía ha explicado "nuestras herramientas de tecnología publicitaria ayudan a sitios web y aplicaciones a financiar sus contenidos y permiten a empresas de todos los tamaños llegar de forma eficaz a nuevos clientes. Google mantiene su compromiso de crear valor para nuestros socios editores y anunciantes en este sector altamente competitivo".
"Este caso se basa en interpretaciones erróneas del sector de la tecnología publicitaria. No estamos de acuerdo con la opinión de la CMA y responderemos en consecuencia", ha afirmado Dan Taylor, VP of Global Ads de Google.