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El presidente de Sidenor, José Antonio JainagaEUROPA PRESS

El presidente de Sidenor, José Antonio Jainaga, ha defendido que el futuro de la siderurgia vasca pasa por la fusión de Olarra, Tubacex, Tubos Reunidos y la propia Sidenor, lo que daría lugar a un grupo "potente financiera y tecnológicamente" que contaría con una facturación de más de 2.000 millones de euros anuales y una plantilla de 6.000 personas.

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Por ello, el directivo ha animado a los ejecutivos y accionistas de estas empresas a "sentarse" a hablar del proyecto y ha indicado que Sidenor está dispuesta a abordar el debate con "mente abierta y generosidad".

En un desayuno coloquio en Bilbao organizado por Adype, José Antonio Jainaga ha profundizado en su idea expresada hace unos meses de avanzar en un proceso de consolidación para garantizar el futuro del sector siderúrgico vasco.

El presidente de Sidenor ha analizado la actual situación del sector en Euskadi y ha asegurado que la "foto es muy triste", con el progresivo cierre de acerías y la consecuente destrucción de empleo de alrededor de 3.500 ó 3.700 puestos de trabajo directos. Ha añadido que, si se tiene en cuenta también el empleo indirecto, "12.000 o 13.000 familias se han quedado sin trabajo por la caída de las siderurgias en el País Vasco". "Algo malo ha ocurrido y algo hemos hecho mal", ha apuntado.

Jainaga ha precisado que, antes de la crisis, la producción de acero en España era de 18 o 19 millones de toneladas anuales y se ha reducido a 14 millones, mientras que la situación en Euskadi es "peor", al pasar de 6,5 o 7 millones de toneladas a 3 millones, una caída del 50%. Y ha añadido que en los años 2006, 2007 y 2008 la producción de acero en Euskadi representaba el 37% del total de España y ahora se ha reducido al 22%.

En su exposición, ha apuntado que el sector en Euskadi tiene una serie de ventajas como la gran tradición industrial del país, la amplia red de proveedores, profesionales cualificados bien formados e infraestructuras logísticas de calidad.

Sin embargo, ha apuntado que también hay "desventajas competitivas claras", una de ellas que los centros de decisión de las siderurgias vascas, salvo en tres de los casos, están fuera de Euskadi, una situación que "no explica todo el problema, pero sí una parte del problema".

Otras de las desventajas tiene que ver con las condiciones laborales y Jainaga ha indicado que supone un problema cuando hay que competir con países en los que el coste de la mano de obra es "un factor fundamental". "Estamos hablando aquí de costes laborales de entre 56.000 ó 57.000 euros y hay clientes que no lo quieren pagar", ha añadido.

También ha aludido al elevado absentismo industrial que, según ha indicado, supone que el tiempo efectivo de trabajo sea un 10% menor que la jornada anual establecida, una situación "claramente inaceptable", que espera que se pueda abordar "con algunos sindicatos con los que se puede hablar de estas cosas".

Junto a estas desventajas, ha añadido el hecho de que una gran parte de las siderúrgicas trabaja para la construcción que "ha caído terriblemente en España" y, por otra parte, ha aludido al coste de la energía eléctrica en España que supone una "gran desventaja" respecto a los competidores europeos.

Jainaga, que, por otra parte, ha defendido que las barreras tecnológicas y de servicios son más efectivas que las administrativas para hacer frente a la competencia china, ha lamentado que en España los gobiernos no adopten medidas como en otros países, en los que, por ejemplo, hay exenciones de impuestos para los grandes consumidores de energía.

FUTURO

Tras describir este escenario, ha asegurado que, la siderurgia vasca solo tendrá futuro, "si se hacen las cosas bien" y, por ello, ha defendido la necesidad de crear "un grupo siderúrgico vasco potente financiera y tecnológicamente, centrado en productos de valor añadido".

Jainaga ha querido poner nombres a los posibles socios y ha asegurado que "el futuro está en juntar a Olarra, Tubacex, Tubos Reunidos y Sidenor para ser dueños de nuestro futuro". Ha indicado que tener el centro de decisión en Euskadi "no garantiza el futuro, pero es imprescindible para garantizar el futuro".

El presidente de Sidenor ha señalado que los ejecutivos de las multinacionales toma decisiones "con criterios muy racionales". "Cuando hay que cerrar o crear algo nuevo, te apetece crearlo en tu tierra y cuando hay que cerrar algo, prefieres cerrarlo en casa del otro, es en general así", ha apuntado.

En ese grupo, Jainaga no ha incluido a otras compañías del sector que operan en Euskadi como Nervacero del grupo Celsa o las plantas de Arcelor en Euskadi como la ACB de Sestao. El presidente de Sidenor cree que el nuevo grupo se debe centrar en productos de valor añadido como pueden ser productos aleados y aceros inoxidables y no en la fabricación de acero para la construcción porque cree que "no es ahí donde está el futuro" y, por ello, no cree que tenga "cabida en el grupo". Por lo tanto, ello deja fuera a Nervacero que se centra en las barras de corrugado utilizadas en construcción.

En el caso de la ACB de Sestao, Jainaga ha indicado que "sin duda" tendría cabida en ese grupo pero ha asegurado que su propietario Arcelor Mittal generalmente no es partidario de "vender instalaciones a otro y prefiere cerrarlas".

GRUPO CON FACTURACIÓN DE MÁS DE 2.000 MILLONES

Jainaga ha precisado que, de materializarse la consolidación de las cuatro compañías, se lograría un grupo con una facturación de más de 2.000 millones anuales, con el centro de decisión en Euskadi, una plantilla próxima a las 6.000 personas, de las que un 75% estarían en Euskadi, y un capacidad de generación de caja de 200 millones de euros al año.

Jainaga ha señalado que sería un grupo con un ratio de solvencia que "no sería espectacular" pero sí por encima de lo que tienen individualmente y con una capacidad de innovación "muy superior" a la que tienen por separado.

Asimismo, teniendo en cuenta los sectores y los mercados principales de cada una de las empresas, cree que se lograría un "equilibrio" para poder frente a posibles crisis en determinados sectores o mercados. Además, el grupo tendría capacidad de atraer talento al sector, a jóvenes que ahora "reniegan" de la siderurgia".

Además, ha apuntado que contarían con un número "espectacular" de activos industriales, aunque ha reconocido que "habrá solapes" y la necesidad de "reducir" el número de esos activos y, por lo tanto, del empleo.

El presidente de Sidenor ha precisado que ha mantenido ya conversaciones informales con dos de las tres empresas, sin precisar sus nombres y ha aprovechado para animar a los accionistas y ejecutivos del resto de las compañías a "sentarse" a hablar del proyecto.

Según ha indicado, Sidenor quiere abordar este debate "con mente abierta y generosidad", lo que, ha explicado, supone que están, dispuestos a que "el proyecto lo lideren los mejores".

Jainaga ha manifestado que generalmente este tipo de procesos "da pereza" y ha reconocido que sería "largo y complicado". Ha añadido que "lo primero es la voluntad" y, si se diseña un proyecto sólido, se ha mostrado seguro de que contarán con "el apoyo político y financiero". En concreto, se ha mostrado convencido de que el Gobierno Vasco daría su "apoyo decidido".

En su intervención, también se ha referido a la actividad de Sidenor y se ha mostrado satisfecho por los resultados después de que varios directivos adquirieran a Gerdau la empresa, que se encuentra inmersa en un plan de modernización y de diversificación de sus negocios. En concreto, apuestan por el desarrollo y promoción de parques eólicos y fotovoltaicos o por el negocio de tratamiento de residuos, donde en "2020 sin duda se hará una operación".

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