La crisis en el sector turístico y la incertidumbre sanitaria provocará que en 2020 el precio de la vivienda en España registre una caída del 1,4%, según ha apuntado la agencia de calificación S&P en un informe sobre el mercado inmobiliario europeo publicado este martes.
España se sitúa así, junto con Portugal (-0,6%) e Irlanda (-1,6%), como los únicos países europeos en los que descenderá el precio de los inmuebles. En 2021, la previsión de S&P es que los precios en España crezcan un 1,8%, mientras que en Portugal se eleven un 1,2% y en Irlanda vuelvan a descender un 1,1%.
"Como reflejo de la estructura de sus economías, los sectores inmobiliarios en Portugal y España están más orientados que en otros países hacia la industria del turismo. La temporada turística muy baja de este año y la elevada incertidumbre sobre la situación sanitaria han afectado de forma adversa a la demanda de vivienda y los precios", han asegurado los economistas de S&P Marion Amiot y Boris S. Glass.
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Cada vez hay más pisos de alquiler vacíos, pero los precios no paran de subirPara el conjunto de la eurozona, la firma de calificación considera que los precios seguirán creciendo. En estos territorios los ingresos de los consumidores no han caído tanto como en la anterior crisis gracias a las redes de seguridad, al ahorro durante los meses de confinamientos y al impacto en el coste de las hipotecas. Entre marzo y mayo, se firmaron préstamos para viviendas por valor de 30.000 millones de euros.
Además, S&P también aprecia cierto grado de interés por parte de los compradores en adquirir viviendas más grandes, algo que la agencia ha atribuido a que los hogares han juzgado que necesitan más espacio al haber pasado más tiempo en casa y por las nuevas dinámicas de teletrabajo.
Amiot y Glass han explicado que los inversores también se han volcado en el mercado inmobiliario en busca de rendimientos. Mientras que los fondos inmobiliarios europeas registraron flujos de entrada netos por valor de 11.000 millones de euros entre marzo y mayo, los fondos de renta fija observaron salidas por valor de 88.000 millones de euros.
"El retorno a los niveles de actividad económica previos a la pandemia y la normalización de la situación sanitaria deberían ayudar a una recuperación sostenible en empleos y empresas, elevando a su vez las perspectivas de compra de vivienda y, con ellas, los precios", han apostillado los economistas de S&P.