- Por su parte, el precio del litro de gasolina ha encadenado su tercera semana de caídas, tras abaratarse apenas un 0,005%
El precio del gasóleo ha vuelto a retomar esta semana la senda alcista. Se ha encarecido un 0,45% hasta tocar un nuevo máximo desde principios del pasado mes de mayo. En concreto, el precio medio del litro de gasóleo se ha situado esta semana en los 1,109 euros, según datos sacados a partir del Boletín Petrolero de la Unión Europea.
Respecto a principios de año, el precio del gasóleo es un 1,59% más barato ahora, mientras que el de la gasolina es un 2,74% inferior
El gasóleo recupera así la tendencia al alza que había cortado la pasado semana, después de encadenar un total de seis subidas consecutivas, recoge Europa Press. Por su parte, el precio del litro de gasolina ha encadenado su tercera semana de caídas, tras abaratarse apenas un 0,005%, para situarse en los 1,203 euros.
Con respecto a principios de año, el precio del gasóleo es un 1,59% más barato en la actualidad, mientras que el de la gasolina es un 2,74% inferior. Y es que con los actuales precios, llenar un depósito de 55 litros supone para el consumidor un coste de casi 66 euros si elige el gasóleo y de 66,16 euros si opta por la gasolina súper de 95 octanos.
Este comportamiento en los carburantes coincide con un momento en que los precios del crudo se mantienen estables, alejados de los 60 dólares que llegaron casi a tocar hace unas semanas. Así, el barril de Brent, de referencia en Europa, cotiza este jueves a 58,3 dólares, y el Texas americano cotiza a 52,12 dólares.
PRECIOS EN LA UE
La gasolina es más barata en España que en la media de la UE y la zona euro, donde el precio de venta al público del litro de combustible Euro-Super 95 se sitúa en 1,339 euros y 1,383 euros, respectivamente, mientras que el litro de gasóleo cuesta 1,221 euros en la media de la UE y 1,216 euros en la eurozona.
El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal, en general, que la media comunitaria.
