Lo llevan diciendo meses los supervisores bancarios: los bajos tipos de interés no son necesariamente negativos para las entidades. Y ahora lo hacen también los analistas de Scope. Según su visión, la política expansiva del Banco Central Europeo (BCE), aunque penaliza la rentabilidad de la banca, es por otra parte positiva para las entidades, dado que les beneficia a la hora de emitir deuda y reducir sus activos improductivos.
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"La buena noticia es que el alargamiento de la política acomodaticia mantendrá a los inversores en busca de rentabilidad, ayudando a los bancos a colocar sus valores MREL (instrumentos con capacidad de absorción de pérdidas) y a descargar los activos improductivos pendientes", apunta el subdirector del equipo de instituciones financieras de Scope Ratings, Marco Troiano.
De acuerdo con el experto, tanto el horizonte de mantenimiento de los tipos bajos, e incluso de recortes de las tasas, como la especulación sobre si habrá o no una mayor expansión cuantitativa han reducido el rendimiento de los bonos. No obstante, a los bancos españoles les ha ido bien a la hora de captar fondos en el último año, en parte gracias a que los tipos bajos favorecen las emisiones de deuda de las entidades al reducir su coste.
"A medida que el rendimiento de la deuda pública de los principales países de la zona euro se vuelve cada vez más negativo, los inversores de crédito se han dirigido a los campeones nacionales líderes del sector bancario y a los bancos de segundo nivel de la periferia de la zona euro para captar el rendimiento", explica Troiano.
Así, las entidades españolas han logrado captar 28.500 millones de euros en los mercados de capitales en lo que va de 2019. La mayoría corresponde, como es lógico, a Santander, que ha captado un 48% de ese total, que fue de toda clase: covered bonds, deuda senior, preferente o non preferred y subordinada. Los bancos españoles no solamente se encontraron con una amplia demanda a la hora de emitir, sino que lo consiguieron a precios “muy beneficiosos”, en muchos casos “a su valor justo o cerca”, valoran desde Scope.
MALO PARA LA RENTABILIDAD
En todo caso, a lo que está claro que penalizan los tipos bajos es a la rentabilidad de la banca. De ello se quejan recurrentemente los gestores de los principales bancos, a pesar de que desde el BCE ya les han advertido de que el objetivo de la política monetaria no es que los bancos ganen dinero. Tanto el organismo que preside Mario Draghi como el Banco de España han respondido a estas quejas alegando que el efecto de los tipos bajos ha sido positivo para las entidades o, como mucho, neutral, pero en ningún caso negativo.
No obstante, desde Scope creen que “el dinero fácil mantendrá los márgenes de interés netos bajo una presión intensa y la rentabilidad de los bancos se verá consecuentemente afectada", según apunta Troiano. Todo a pesar de que, por el momento, no se han visto fuertes caídas en la rentabilidad de los bancos españoles.
Esta situación tendrá como consecuencia varios profit warnings en los bancos españoles. Así lo indica Troiano: "Las entidades finalmente se resentirán y los bancos españoles tendrán que reconsiderar sus objetivos". De hecho, los propios bancos lo han advertido ya. Bankia ya ha reconocido que no cumplirá su objetivo de ganar 1.300 millones de euros en 2020 y, de hecho, los analistas creen que no llegará ni a la mitad de esa meta.
Sabadell, por su parte, ha cambiado ya “algunas líneas” de sus previsiones para este ejercicio contenidas en su plan estratégico para adaptarlas a la nueva curva de tipos, concretamente la relativa al margen de intereses. "En lugar de esperar un crecimiento del 1% para el conjunto del año, se podría generar una cierta caída de entre el 0 y el 1%, lo que es una relativa pequeña variación", explicaba el director financiero del grupo, Tomás Varela, en la presentación de resultados de la entidad.