La cuestión ahora ya no es si habrá recortes, aplazamientos o supresiones de dividendos debido al impacto del coronavirus, la cuestión es quién será el siguiente en anunciar que lo toca de una forma u otra. Inditex, Santander, Amadeus, Coca-Cola European Partners, Airbus... En apenas unos días hemos pasado de prácticamente desconocer el impacto del virus en cada compañía de forma específica, a recibir un alud de comunicaciones que incluyen, en la mayor parte de los casos, la retirada de previsiones y el aplazamiento o eliminación del pago al accionista hasta nuevo aviso.
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"En las próximas semanas estamos convencidos de que muchas compañías anunciarán planes (...) que supondrán en muchos casos recortes o supresiones de los dividendos, al menos del correspondiente al presente ejercicio", avisan desde Link Securities. "Esta falta de visibilidad está provocando, igualmente, que muchas estén retirando, que no revisando, sus expectativas de resultados, algo que complica en gran medida el trabajo de los analistas", añaden desde la firma.
El dividendo, hasta ahora intocable porque todos saben que es un reclamo importante, se ha convertido en el primer gasto 'extra' del que las compañías van a prescindir hasta que la crisis del coronavirus se calme y se pueda retomar. Las petroleras, que están sufriendo un impacto doble -por el virus y por el crash del crudo- y las eléctricas, que no podrán obviar una recesión económica que afectará necesariamente al pago de las facturas, podrían no tardar en anunciar noticias al respecto.
Los expertos avisan de que las petroleras tienen muy difícil sostener sus dividendos. Mientras que hace cinco años era impensable tocarlos, ahora lo que es impensable es mantenerlos, dice Barclays. En opinión de estos analistas, esto ya era así incluso antes del último hundimiento de los precios del crudo, y ahora consideran que la opción más adecuada sería que estas empresas centren sus gastos en el proceso de transición energética y reajusten a la baja la retribución a los accionistas.
Entre 2006 y 2012 se destinó una media del 20% del flujo de caja operativo al pago del dividendo, pero ese porcentaje aumentó a más del 30% a partir de 2015. Para Berenberg, las petroleras podrán respetar sus dividendos si el petróleo se recupera hasta los 50 dólares por barril en 2021. "En caso de que los precios del petróleo se mantengan bajos hasta el próximo año, esperamos que la presión sobre los dividendos aumente a medida que se dirigen hacia niveles que las empresas consideran insostenibles", advierten. Para la firma alemana, los dividendos de BP y Shell corren más riesgo, mientras que los de Equinor y Total parecen más seguros.
Y LAS ELÉCTRICAS...
Al contrario que las petroleras, que se están viendo claramente más dañadas por la crisis del coronavirus en connivencia con la del petróleo, las eléctricas parecían mantenerse un poco más al margen de la situación. Sin embargo, Citi advierte de que no es así y este martes rebajó con fuerza a varias de ellas en Europa, entre las que destacan las españolas Acciona, Endesa e Iberdrola, al tiempo que avisó de que toda esta crisis pone en peligro el dividendo.
"Nadie es inmune al coronavirus", escribe Citi al hablar de 'utilites' europeas. "Pese a perder un 18% de su valor, estas compañías lo hacen un 17% mejor que el mercado desde marzo del año pasado. El negocio es defensivo, pero la disminución de los precios de la energía, un aumento de las facturas impagadas y el capital circulante podrían generar más presión sobre una industria endeudada", explican. "Aunque la flexibilidad del capex y la política monetaria deben garantizar la liquidez, el riesgo sobre los dividendos está aumentando", recalcan, e insisten en ello al hablar de Iberdrola. "El riesgo sobre su dividendo está creciendo", remarcan específicamente al referirse a la empresa dirigida por Ignacio Sánchez Galán.
La agencia de calificación Scope considera que el pago del dividendo en las 'utitilies' europeas se podría paralizar durante este año. "La mayoría de las 'utilities' tiene una importante base de activos libres de riesgo; muchos de ellos están respaldados por el gobierno, lo que reduce el riesgo de déficit de liquidez, mientras que la reducción o suspensión de los dividendos en 2020 también liberaría efectivo", apuntan.
Aunque consideran que las perspectivas crediticias de las energéticas europeas son estables, "no queremos restar importancia a los desafíos que amenazan al sector, a medida que Europa cae en recesión en medio de una importante fragmentación económica y social", concluyen.