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Perú ha anunciado una demanda judicial, entre otros, contra Repsol y Mapfre por 4.500 millones de dólares (unos 4.300 millones de euros) por el vertido del petróleo ocurrido en el mes de enero en el país.
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La demanda incluye unos 2.800 millones de euros por los daños causados y otros 1.500 millones por el daño moral a los consumidores, usuarios y terceros afectados.
La demanda por daños y perjuicios se dirige contra seis demandados Repsol (España), Mapfre Global Risks (España), Mapfre Perú Compañías de Seguro y Reaseguros (Perú), Refinería La Pampilla (Perú), Transtotal Agencia Marítima (Perú) y Fratelli d'amico Armatori (Italia).
Por su parte, Repsol ha emitido un comunicado donde ha calificado la demanda de “infundada e improcedente”, al considerar que la estimación de la indemnización “carece de la más mínima base”. Además, la compañía afirma que el accidente que provocó el derrame fue causado por un brusco desplazamiento del petrolero Mare Doricum que destrozó las mangueras y el sistema de descarga, por lo que ha iniciado acciones legales contra el armador del buque y su aseguradora.
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NOTICIA NEGATIVA PARA REPSOL
Para los expertos de Banco Sabadell, se trata de una “noticia negativa para Repsol, ya que el importe de la demanda es elevado (supone el 20% de la capitalización bursátil)”.
Sin embargo, esperan que se abra “un proceso judicial largo donde se tienen que depurar responsabilidades (la demanda judicial sería contra seis demandados) y donde Repsol está cubierta al tener un seguro precisamente para este tipo de contingencias”.
En el caso de Mapfre, "el potencial impacto en el caso de que prospere la demanda de Perú, debería ser limitado dado que la compañía ya confirmó que la mayor parte del riesgo de esta póliza ha sido reasegurado”, señalan.