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La justicia peruana ha admitido a trámite la demanda presentada por Indecopi (Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección Intelectual) contra Repsol y otras cinco empresas, a las que reclama un importe de 4.500 millones de dólares por el vertido de petróleo que se produjo frente a las costas del país el pasado mes de enero. "Es una noticia negativa para Repsol", dicen los expertos de Banco Sabadell.
Es una "noticia esperada y negativa para Repsol ya que el importe de la demanda es elevado (supone el 23% de capitalización de Repsol)", apuntan los analistas de la entidad financiera, que no obstante recuerdan que tras esta admisión a trámite "se abre un proceso judicial largo donde las compañías presentarían sus alegaciones y donde se tienen que depurar responsabilidades".
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Repsol ya no es 'compra' para Bankinter por la corrección del petróleo y el futuro impuestoRecuerdan, además, que Repsol ya emitió un comunicado donde dijo que la demanda le parecía improcedente, infundada e incongruente dado que ha puesto hasta ahora todos los medios para contener, limpiar y remediar el litoral, así como ayudar a las comunidades de la zona afectada. Según la petrolera, el coste de estas partidas sumarían 150 millones de dólares, cifra muy alejada del importe que considera la demanda.
"En cualquier caso, Repsol está cubierto al disponer de un seguro precisamente para este tipo de contingencias". Por otro lado, la Pampilla en Perú, refinería propiedad de la petrolera española, "pesa un 1,9% del EBIT’21 de Repsol y su posición en el país es de un 7% de la producción total (en los yacimientos de Camisea, que no tiene efecto por este problema)".
Tras admitir a trámite la demanda, el juez peruano que instruye el caso ha fijado un plazo de un mes para que las empresas demandadas (además de Repsol, están Mapfre Global Risks, Mapfre Perú Compañías de Seguro y Reaseguros, Refinería La Pampilla, Transtotal Agencia Marítima y Fratelli D'Amico Armatori S.P.A) puedan presentar sus alegaciones ante la reclamación por daños y perjuicios de Indecopi.
Cabe recordar que tras el derrame de miles de barriles de petróleo, las autoridades peruanas cerraron decenas de playas, lo que afectó a las actividades económicas de comerciantes, asociaciones y negocios. Sin olvidar que los pescadores aún no pueden faenar en esas aguas, en las que según Perú el pasado 15 de enero se derramaron 11.900 barriles de petróleo, mientras que Repsol señala que solo fueron unos 10.400.
El vertido ocurrió durante la descarga de petróleo de un buque italiano propiedad de la empresa Fratelli D'Amico Armatori hacia una refinería de Repsol, la más grande del país. El derrame ha afectado a 150 kilómetros de litoral.