El sector bancario español se enfrenta a unas condiciones operativas más débiles por la guerra, pero se beneficiará del mejor contexto macroeconómico, con un crecimiento de la economía del 4% pese al encarecimiento de la energía. Esta es una de las principales conclusiones de Moody's en su análisis sobre las entidades de nuestro país y cómo afrontan el 2022 después de los sucesos geopolíticos que han sacudido el mercado.
Puede consultar aquí el directo especial de 'Bolsamanía' sobre la guerra.
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¿Es un buen momento para comprar bancos españoles?"El entorno operativo es estable, ya que la recuperación económica continúa. El conflicto militar en Ucrania ha debilitado las perspectivas económicas debido al aumento significativo de los precios de la energía y a las limitaciones existentes en la cadena de suministro. Sin embargo, el PIB real de España seguirá creciendo a un sólido 4,0% en 2022, superando a otras grandes economías europeas, tras una fuerte contracción en 2020 (-10,8%) y una recuperación más débil de lo esperado en 2021 (5,1%)", explican estos expertos.
La entidad de calificación crediticia basa también su teoría en la mejora esperada del mercado laboral, que apoyará las finanzas de los prestatarios del sector privado. Asimismo, nuestro país se enfrenta a un "riesgo limitado" de una posible interrupción del suministro energético por la escasa dependencia del petróleo y el gas rusos.
"Los bancos españoles se beneficiarán de una mayor demanda de préstamos a los hogares, pero la demanda de crédito a las empresas será más moderada", anticipan en el escrito, dado que algunos de los créditos con garantía estatal emitidos en 2020 siguen sin utilizarse.
Prevén que los tipos de interés de la zona euro suban desde los actuales niveles "ultrabajos" en respuesta a la alta inflación, reforzando los márgenes de interés netos de los bancos, con la calidad de los activos de las entidades prácticamente "estable".
"Esperamos que el sector se enfrente a presiones sobre la calidad de los activos por el aumento de los tipos de interés y el resurgimiento de la inflación, que alcanzó una tasa anual del 9,8% en marzo de 2022. Ambos factores erosionan el poder adquisitivo de los hogares y los márgenes de las empresas, lo que ejerce una nueva presión sobre los sectores afectados por la pandemia, como la hostelería, el ocio y el transporte, en los que el volumen de negocio se mantiene por debajo de los niveles de 2019", argumentan.
De hecho, el deterioro más leve de lo esperado durante la crisis del coronavirus ha provocado que las entidades tengan una gran cantidad de reservas para pérdidas, lo que les protegerán contra las nuevas presiones de riesgo de los activos.
A la vez, la cartera de préstamos a los hogares se comportará mejor que la de empresas tras un rendimiento que se ha visto poco afectado al expirar las moratorias de reembolso de los préstamos.
EL CAPITAL, ESTABLE; GANANCIAS DE RENTABILIDAD, LIMITADAS
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No se fíe del rally de las bolsas: "No están preparadas para la desaceleración del PIB""Esperamos que las ratios de capital de los bancos españoles, que han aumentado sustancialmente desde 2020 como resultado de la respuesta regulatoria a la pandemia, se mantengan prácticamente sin cambios", explican, aunque señalan que "los ratios de algunos grandes prestamistas que planean distribuir capital por encima de sus objetivos a través de la recompra de acciones disminuirán moderadamente".
Las entidades continúan teniendo "cómodos colchones" por encima de los requisitos mínimos de capital regulatorio.
Mientras, las ganancias de rentabilidad serán limitadas. Argumentan que la mayor parte de lo recuperado en 2021 fue por parte de la reducción de costes de provisiones y a los sólidos ingresos por comisiones.
"El sector se beneficiará de la subida de los tipos de interés porque está muy expuesto a los préstamos a tipo variable, pero como estos préstamos se revalorizan en su mayoría anualmente, las ganancias de rentabilidad serán graduales", señalan.
A la vez, la guerra en Ucrania tendrá como consecuencias en el mercado ciertas turbulencias que afectarán a la gestión de activos, manteniéndolas por debajo de los niveles alcanzados en 2021. Las entidades españolas se siguen esforzando por reducir el coste en sucursales y personal, pero la elevada inflación y las inversiones en tecnología de la información compensarán cualquier mejora de la rentabilidad final.
FINANCIACIÓN Y SOLIDEZ
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Santander, Sabadell, Bankinter y CaixaBank apuntan a los máximos anuales"La dependencia del sector de la financiación de mercado sensible a la confianza es relativamente baja, y los bancos han utilizado en el pasado las condiciones favorables de financiación de mercado para completar en gran medida sus reservas de deuda para la absorción de pérdidas, tal como exige la normativa "MREL" de la UE", sentencian.
Desde Moody's sostienen que las entidades españolas tienen un amplio acceso a la financiación y la liquidez a través de sus grandes bases de depósitos de clientes, que han crecido durante la pandemia. A la vez, estos factores ayudan a aislarlas de cualquier endurecimiento de las condiciones de financiación del mercado como consecuencia del conflicto en Ucrania.
"La gran cantidad de activos líquidos de los bancos españoles ayudará a compensar el riesgo de refinanciación asociado a su considerable endeudamiento en el marco del programa de Operaciones de Refinanciación a Largo Plazo con Fines Específicos (TLTRO) del Banco Central Europeo", afirman.
Por todo ello, la media de calificación de los 14 bancos que estudian en Moody's es de 'A3', con una calificación crediticia básica de 'baa2'. Sin embargo, el mejor comportamiento de BBVA y Santander tiene un gran peso en éstas. Eliminando el efecto de las dos grandes entidades, las notas son de 'Baa1' y 'baa3', respectivamente.