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Los trabajadores de DIA han convocados paros y concentraciones en las tiendas de la cadena este miércoles para manifestar su oposición al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que está negociando actualmente con la compañía. Su objetivo es que el proceso se paralice hasta que pase la junta de accionistas y tengan algo más de “certeza” sobre el rumbo de la cadena de supermercados.
“DIA traslada un mensaje de tranquilidad, pero el problema es que no se sabe quién va a ser el dueño de la compañía”, señalan a este medio fuentes sindicales. Este martes continúan las reuniones entre los representantes de los trabajadores y la compañía para seguir puliendo los términos en que se ejecutaría finalmente el ERE.
Después de varias reuniones, los sindicatos que participan en la negociación (Fetico, UGT FeSMC y CCOO) han logrado reducir el impacto del expediente en un 18% respecto de los casi 2.100 trabajadores comprometidos inicialmente. En la última cita, las partes acordaron excluir 29 tiendas, 304 trabajadores y 72 empleados de almacén, según indica UGT, con lo que el ERE afectará por el momento a 1.688 trabajadores. Todavía falta por negociar, entre otros aspectos, las prejubilaciones, comentan fuentes de la mesa de negociación.
La junta general de accionistas se celebrará el 20 de marzo en Madrid y desde los sindicatos ven necesario ampliar el plazo legal de la negociación del ERE ya que las decisiones que se adopten ese día pueden cambiar sustancialmente la situación. Si no hay prórroga, las negociaciones deben concluir el próximo 25 de marzo.
En esta cita, los accionistas tendrán que posicionarse del lado de la actual cúpula de DIA, que propone una ampliación de capital de 600 millones, o del lado de su principal accionista, LetterOne. El fondo de Mijaíl Fridman propone realizar una ampliación de 500 millones, condicionada al éxito de la opa voluntaria que ha lanzado para hacerse con el control de la compañía.
¿ES NECESARIO EL ERE?
Fuentes sindicales aseguran que siguen revisando las cuentas de la compañía y que están “dispuestos a hablar”, pero siempre con un objetivo: minimizar el impacto sobre los trabajadores. A finales de 2018, DIA operaba un total de 3.474 tiendas en España, sin contar las de Clarel y Max Descuento que están categorizadas como operación discontinuada.
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DuCharme (LetterOne): "La inyección de capital en DIA depende de un acuerdo con los bancos acreedores"Desde CCOO han criticado que DIA mantenga el ERE y, al tiempo, siga contratando personal eventual para cubrir una “evidente” falta de personal y sostienen que hasta que no pase la junta general y se sepa quién hará la ampliación de capital -y dirigirá la compañía-, no se podrá hablar de reestructurar la plantilla -con despidos o recolocaciones-, para adaptarla a las necesidades de la empresa.
Una de las críticas que hacen los representantes de los trabajadores al plan estratégico presentado por el equipo de Borja de la Cierva es que no coloca al personal entre los “pilares estratégicos” y que los costes laborales son sólo un 8% de la quiebra patrimonial, defienden desde CCOO, subrayando que el problema está en el 92% restante.
Fuentes de DIA declinan hacer comentarios sobre la marcha de las negociaciones. Fuentes de LetterOne tampoco han querido pronunciarse sobre sus planes al respecto. Desde el fondo de Fridman han mostrado su sorpresa ante la decisión del Consejo de DIA de cerrar más de 600 tiendas y los numerosos despidos, pero no compromete su postura aclarando sus planes.
LetterOne defiende que es necesario elevar la rentabilidad de las tiendas a través de un nuevo modelo comercial que desarrollarían en el próximo año y medio y probarían en una treintena de tiendas antes de aplicarlo de forma masiva. A partir de ahí, ven espacio para crecer en hasta 1.000 tiendas en España en un período de diez años.