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Tesla ha aparcado la idea de salir de Wall Street. Elon Musk anunció el pasado sábado que la fabricante de vehículos eléctricos seguirá cotizando en bolsa, al considerar que era "lo mejor" para todos. El excéntrico consejero delegado de la automovilística ponía así fin a su sueño, que anunció el pasado 7 de agosto a través de su perfil de Twitter.
Musk afirmó entonces que la "financiación está asegurada" para llevar a cabo la exclusión en bolsa de Tesla, una vez tocara los 420 dólares por acción, cifrando la operación en unos 70.000 millones de dólares. Sin embargo, las semanas han pasado y el propio tiempo le ha acabado arrebatando la razón.
Musk ha sido incapaz de encontrar la financiación para sacar a la automovilística de Wall Street
El denominado 'buyout' que permitiría a Tesla salir de Wall Street, podría permitir a algunos de sus competidores entrar en la compañía. De hecho, una de las que hizo cola para participar en esa salida de bolsa fue Volkswagen, a través de sus bancos, según las fuentes familiarizadas con el tema que cita 'The Wall Street Journal' en un artículo.
"En mi opinión, el valor de Tesla se elevará considerablemente en los próximos meses y años, posiblemente alejando aún más la posibilidad de sacarla de bolsa para cualquier inversor. Era ahora o nunca", afirmó Musk en un correo electrónico remitido al 'TWSJ' el sábado.
Precisamente, uno de los inversores que podría haber puesto sobre la mesa los aproximadamente 70.000 millones de dólares era el fondo soberano saudí (PFA). De hecho, los saudíes se hicieron con una participación de entre el 3% y el 5% cuando Musk anunció su propuesta, según informó el 'Financial Times'. Sin embargo, el fondo soberano nunca llegó a hacer una oferta formal porque sus miembros estaban divididos ante la idea, según las fuentes citadas por 'TWSJ'.
Además, los tuits de Musk no ayudaban y los saudíes tenían ciertas reservas sobre la salud del CEO de Tesla y el rol que jugaría en la compañía más adelante. A ello se sumó el hecho de que el PFA ya estaba inyectando dinero a un competidor de Tesla y que, en líneas generales, no les salían las cuentas para hacer realidad la operación con la que sedujeron a Musk en un principio.
Para Tesla, una alianza con los saudíes tampoco era ideal, por las contradicciones que entrañaría seguir promocionando una imagen de empresa responsable con el medio ambiente que se asocia con un país extranjero productor petróleo.
MUSK NO ENCONTRABA LA MEDIA NARANJA DE TESLA
Compañías automovilísticas, fondos soberanos extranjeros... Musk siguió tanteando el mercado en busca de alguien dispuesto a sacar a Tesla del parqué. Sin éxito. La noche del pasado miércoles, Volkswagen y Silver Lake, se sumaron a un carrusel de adinerados inversores dispuestos a reunir hasta 30.000 millones de dólares. Pero no eran el tipo de inversores que Musk tenía en mente.
Finalmente, los asesores de Musk le aseguraron que cualquier dinero llegaría con condiciones y que los nuevos inversores querrían tener un papel relevante en la compañía. El jueves, Musk comunica a su consejo de administración que tiene algunas dudas sobre sacar a Tesla de bolsa. Sus asesores le aseguraron que podrían sacarlo adelante, pero más tarde ese mismo día, el CEO de la firma anunciaba que retiraba su propuesta.