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“Sabemos que el negocio de la banca es complicado y va a llevar tiempo”, el consejero delegado de Orange España, Laurente Paillassot, asume que meterse en la actividad financiera no es fácil, más si se empieza desde cero, como está a punto de hacer la segunda operadora de telecomunicaciones en España. Orange Bank echará a andar de forma inminente el próximo mes de noviembre. Lo hará sólo para los clientes de la ‘teleco’ y no se lanzará a por usuarios ajenos a su red hasta el próximo 2020.

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De momento, queda fuera de su foco el negocio de las hipotecas, que no se plantearán, como pronto, hasta el próximo ejercicio. Se trata de un segmento de negocio donde los grandes bancos, como Santander y BBVA, están inmersos en una guerra por atraer clientes, vía reducción de intereses para arañar rentabilidad.

En este sentido, el director general de Orange Bank España, Narciso Perales, explicaba este martes a Bolsamanía que los objetivos a corto plazo pasan por las tarjetas de débito, los créditos, las cuentas corrientes y las de ahorro. El objetivo es afianzar esa actividad y lanzar nuevos productos a partir del próximo año, basándose en la experiencia y el recorrido del banco de la ‘teleco’ en Francia, que lleva operando un año y que ya gestiona más de 340.000 cuentas al cierre de septiembre.

Sin embargo, hay diferencias respecto a la operativa de Orange en su país de origen. Aquí el lanzamiento se realiza a través de una app y de un desarrollo específico para el mercado español, mientras que en Francia partió de la compra del 65% de la entidad financiera Groupama.

De momento, Orange no habla de previsiones de clientes, más allá de que aprovechará su actual red de usuarios como operadora. De hecho, Laurent Paillassot explicó en un encuentro con medios que la 'teleco' suma 15 millones de clientes en España y que aunque solo un pequeño porcentaje de estos diese el salto al banco ya sería un buen punto de partida.

Busca captar una base de clientes fiel, más aún en un contexto de tipos de interés como el actual. Lo hará con el crédito al consumo como uno de sus puntales, precisamente, cuando el Banco de España ya ha mostrado su preocupación por el crecimiento de este segmento de crédito ligado a la compra de bienes. Los responsables de Orange no muestran su inquietud por la evolución del contexto financiero, porque aseguran, el planteamiento de su banco será íntegramente digital y alejado de las entidades tradicionales.

Además, confían en que el banco sirva para afianzar la fidelidad de los clientes y aumentar la creación de valor en un contexto de caída de ingresos para las operadoras y de una creciente tendencia por las 'telecos' low cost.

EVOLUCIÓN EN FRANCIA

En cuanto a la evolución hasta el momento del Orange Bank en Francia, la operadora señaló en la presentación de resultados de los nueve primeros meses del año que esta actividad restó 115 millones de euros a su beneficio bruto de explotación antes de arrendamientos (Ebitdaal), cuando hace un año suponía un recorte de 92 millones.

Además de las 344.000 cuentas, en Francia, Orange Bank había realizado 122.000 préstamos al cierre de los nueve primeros meses del año.

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