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Si hay un mito en nuestro mercado de valores, es Terra, el leviatán de la bolsa española. La filial de Internet que segregó la Telefónica de Villalonga hace 20 años -coincidiendo con el nacimiento de Bolsamanía, que justo ahora celebra su aniversario- para incrementar ingresos y que protagonizó la subida y posterior caída más espectaculares de nuestra historia. Ahora, Álvarez-Pallete resucita la idea con Telefónica Tech, dentro de una reorganización que acaba con la era Alierta y que tiene un claro damnificado: Latinoamérica (menos Brasil).
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Telefónica cambia de hoja de ruta y prioriza cuatro países: España, UK, Brasil y AlemaniaTerra salió a bolsa el 17 de noviembre de 1999 y se disparó el 185% en su estreno hasta 37 euros. Pero eso fue solo el principio, porque marcó un máximo histórico estratosférico de 157,6 euros, con una revalorización del 1.235% respecto al precio de la OPV, solo tres meses después.
Entonces estalló la burbuja 'puntocom' y el valor se desplomó a la misma velocidad. El calvario culminó con una opa de Telefónica a 5,25 euros, por debajo incluso de la OPV, en 2003. Los que no acudieron esperando una opa de exclusión se quedaron con las ganas, porque la operadora fusionó a su antigua filial por las bravas en 2005.
Ahora, Pallete va a crear una filial llamada Telefónica Tech para agrupar el negocio digital. Obviamente, no es el mismo de hace 20 años, cuando Terra no era más que un 'portal' y un buscador (aún no existía Google y reinaba Yahoo en el mundo). Ahora ese negocio consiste en ciberseguridad, internet de las cosas, big data, la nube y por ahí seguido. Pero la filosofía es la misma que con Terra.
Y no es en absoluto descartable que la acabe sacando a bolsa si se cumplen sus previsiones de que factures 2.000 millones en 2022. Y ojo, que puede hacer lo mismo con otra filial de infraestructuras (torres y cables), si no las vende primero, como en su día hizo la operadora con TPI-Páginas Amarillas y Telefónica Móviles (ya con César Alierta en la presidencia).
ADIÓS A ALIERTA... PERO SIN OBJETIVOS
Más allá de este paralelismo con la historia que recuerdan todos los veteranos del parqué, el actual presidente de Telefónica ha querido reorganizar la compañía a su medida, al igual que hizo Ana Botín en el Santander tras suceder a su padre. Una nueva estructura, un equipo de su total confianza y, lo más importante, un enfoque estratégico en solo cuatro países: España, Reino Unido, Alemania y Brasil.
Esto significa que Telefónica deja de priorizar la región que la convirtió en la mayor operadora del mundo, Latinoamérica (salvo Brasil, claro). Algo que ya empezaba a estar claro con el acuerdo para usar la red de AT&T en México de la semana pasada: Los negocios en esos países ya no crecen y Pallete los va a utilizar para reducir la enorme deuda de la operadora como sea, como ya intentó hacer con la venta de O2.
Aparte de la deuda, el presidente se enfrenta a graves desafíos: las licencias 5G, la competencia feroz en el 'low cost', los enormes costes de los contenidos audiovisuales (sobre todo, del fútbol) para el negocio que mejor marcha ahora en España, las exigencias de la CNMC y los movimientos de las grandes operadoras europeas.
El reflejo es su mal comportamiento bursátil: como informa hoy Bolsamanía, lleva cinco años bajando y en 2019 pierde un 6% mientras que sus competidoras europeas suben con fuerza. Veremos si el giro estratégico de hoy sirve para dar la vuelta a la tortilla, aunque los analistas e inversores lo que quieren son objetivos, y ayer brillaron por su ausencia.