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El exvicepresidente de Bankia y expresidente no ejecutivo de Bancaja, José Luis Olivas, ha asegurado que se opuso a la petición del Banco de España de integrar Bancaja en el sistema institucional de protección (SIP) que posteriormente dio lugar al grupo BFA-Bankia. Según ha dicho, la entidad que presidía en mayo de 2010 tenía una solvencia muy superior a la exigida y veía "una complejidad importante" en la integración.
Así lo ha indicado durante su comparecencia en el juicio por la salida a bolsa de Bankia en julio de 2011, que se celebra en la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares (Madrid) y que en la que ha sido interrogado por la fiscal Carmen Launa, que se ha reincorporado a la sesión tras ausentarse por baja médica el pasado 11 de enero. Según ha asegurado Olivas, el entonces subgobernador del Banco de España, Javier Aríztegui, le llamó el 2 de mayo de 2010 para pedirle que Bancaja se integrara en dicho SIP, a lo que se opuso porque Bancaja tenía una solvencia un 52% superior a la exigida y veía "una complejidad importante" el integrar siete cajas con culturas de negocio, sistemas informáticos y auditores distintos.
"Lo que sé es que Banco de España aprobó ese plan de integración el 29 de junio de 2010 y eso me dio la mayor confianza del mundo"
Pocos días después recibió una llamada del entonces gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, quien "insistió" en que Bancaja se fusionara con el resto de entidades. "Yo le dije lo mismo que le había dicho al subgobernador, él hizo reflexiones de tipo macroeconómico y, al final, es que el gobernador tiene su autoridad y no hay que perder de vista que las entidades financieras son entidades supervisadas por el Banco de España", ha detallado Olivas.
Finalmente, el entonces presidente de Bancaja respondió que se integraría en el SIP "si no había más remedio", tras lo que el gobernador organizó una reunión en un despacho del propio Banco de España con el entonces presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato. Tras una breve reunión, acordaron reunirse con sus respectivos equipos para iniciar los trabajos para la fusión que Banco de España les había pedido.
Dado que Olivas era presidente no ejecutivo, no tenía la potestad para tomar una decisión de tal envergadura, sino que debía trasladarlo al consejo de administración de Bancaja y obtener, además, las autorizaciones de las autoridades valencianas. "Le dije al gobernador que iba a tener dificultades en el consejo y ante las autoridades valencianas cuando planteara esta cuestión y que esperaba que me ayudase para conseguir los apoyos. Él me dijo que no me preocupara y trasladé la propuesta al consejo, que por unanimidad aprobó el acuerdo de integración", ha señalado Olivas.
En esta línea, el investigado ha indicado que el gobernador del Banco de España "hizo las gestiones oportunas para que el consejo aprobara la decisión por unanimidad". "Habló con determinados consejeros de cierto peso en el consejo, les explicaría las mismas razones que a mí y yo me encontré con que no tuve ninguna oposición", ha relatado.
LA INDEPENDENCIA DE LOS AUDITORES
La fiscal Carmen Launa ha vuelto a cuestionar la independencia por el "conflicto de intereses" que podía suponer que Deloitte actuase como consultora para elaborar, junto a AFI, el plan de viabilidad para la fusión de las cajas que sirvió como soporte al plan de integración, ya que era la firma auditora de Bancaja y Caja Madrid. Sin embargo, Olivas ha asegurado que "no había conflicto de interés" y ha defendido que era "lógico" que Deloitte trabajara en este plan precisamente por ser la auditora de ambas y la firma que mejor conocía los balances del grupo, mientras que la participación de AFI también tenía mucho sentido debido a que era la entidad que trabajaba en prácticamente todos los SIPs que se hacían en ese momento.
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Rato sale airoso de su interrogatorio en el caso Bankia: solo pasaba por allí"Estábamos en una situación de crisis nacional e internacional importante y el Banco de España tenía interés en que todo se hiciera bien pero con cierta rapidez, era lo conveniente, que no viniéramos con una auditora nueva que no conocía los balances y necesitara un año para conocerlos, porque la situación española y el propio Banco de España querían que estas cosas se fueran resolviendo con rapidez", ha explicado Olivas. Además, ha afirmado que AFI y Deloitte tenían una conexión directa con el Banco de España, por lo que él "tenía confianza" en el equipo que estaba trabajando en el plan de integración.
"Eran los verdaderos profesionales, yo no estaba en el día a día del análisis que hacían ni de las conclusiones a las que llegó Deloitte, lo que sé es que Banco de España y FROB estaban al corriente y Banco de España aprobó ese plan de integración el 29 de junio de 2010 y eso me dio la mayor confianza del mundo", ha asegurado.