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El presidente de Sabadell, Josep Oliu, ha adelantado que las cuentas de 2018 de la entidad, que se presentan el próximo 1 de febrero, estarán "muy condicionadas" por TSB, su filial británica, que experimentó a lo largo del ejercicio problemas derivados de su migración a la plataforma de la entidad tras su adquisición. Esta circunstancia costó "un dineral" a Sabadell, así como "muchas noches sin dormir", ha confesado el directivo.
"Los resultados estarán muy condicionados por los extracostes de la migración de TSB, nos habrá costado un dineral", ha apuntado el presidente de Sabadell durante su intervención en una jornada organizada por la Cámara de Comercio de Sabadell. Ha confesado, además: "La plataforma nos ha costado sudor, dolores de cabeza y muchas noches sin dormir".
Oliu ha explicado que la migración informática de TSB fue un riesgo que la entidad debía asumir, pero que resultó "un poco arrugado", pues afectó a la operativa bancaria de miles de clientes. El caso llegó al Parlamento británico e implicó la salida del consejero delegado de TSB, Paul Pester, que fue sustituido por Debbie Crosbie.
El presidente de Sabadell cree que el proceso ha sido todo un "culebrón" que nadie sabe cómo terminará. El directivo ha aclarado que Sabadell decidió entrar en Reino Unido porque pensaba que era un país "sólido" y "previsible", pero considera que la situación actual del país es "un enredo político y económico muy importante", informa Efe.
De cara a 2019, Oliu considera que presenta "menos riesgos" que 2018 para la entidad, tras librarse del riesgo inmobiliario y los problemas de TSB que marcaron el pasado año, en el que, no obstante, Sabadell "ha hecho un ejercicio excelente en España y México".
En cuanto a España, Oliu ha apuntado que "el dinamismo de la actividad económica catalana es inferior del que le correspondería", algo que atribuye al interés "de algunos de desviar la atención y no trabajar en la búsqueda del dinamismo económico".