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OHL espera que 2020 sea el año de la consolidación financiera que le permita abandonar la categoría de 'bono basura'. La constructora prevé seguir reduciendo su deuda neta en este ejercicio para convencer a las agencia de 'rating' de que le suban algún escalón. "Creo que nos lo merecemos", remarcó este jueves el consejero delegado de la compañía, José Antonio Fernández Gallar, durante la presentación de los resultados de 2019.
La compañía redujo sus 'números rojos' en un 91,9%, hasta los 127,8 millones de euros. Supone una disminución significativa, pero encadenó su cuarto ejercicio consecutivo con pérdidas. El dato más positivo fue el del resultado bruto de explotación (ebitda), al alcanzar los 64,8 millones, un 40% más de lo previsto. Estas cifras las consiguió tras realizar un ajuste de 47,6 millones en el proyecto que tiene en marcha en un edificio histórico del centro de Londres.
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OHL recorta un 91% sus pérdidas pese a realizar un ajuste por el BrexitEl director financiero de OHL, José María Sagardoy, destacó que se encuentran en un momento de "recuperación de la confianza" en el que "todo el mundo se va sintiendo cada vez más cómodo" con la generación ordinaria de ebitda. Aun así, quiso mantener la prudencia y explicó que, de momento, "el siguiente reto es la amortización del bono 2020".
En octubre del año pasado, Fitch rebajó tres escalones la calificación crediticia de la compañía hasta 'CCC+', incluyéndole en la categoría de 'bono basura' (el mismo nivel en el que le sitúa Moody's desde noviembre de 2018). OHL se manifestó públicamente en contra de esta revisión "por el momento temporal" en el que se produjo. En un comunicado, remarcó que se encontraba "en la senda de la recuperación" y no había motivos que justificasen esa decisión.
PREVISIONES PARA ESTE EJERCICIO
El consejero delegado de OHL adelantó que el objetivo para 2020 es alcanzar una facturación de entre 2.500 y 3.000 millones, al mismo nivel que el ejercicio pasado. Además, espera situar el ebitda por encima de los 70 millones, superar los 3.000 millones en nuevos proyectos y reducir los costes de estructura por debajo de los 140 millones. Este año es el de la "consolidación" de la compañía, después de haber vivido un 2019 de "transición", según ha destacado Fernández Gallar.
Desde Renta 4 consideran "razonable" la guía para el próximo año, aunque advierten de que hay que mantener "cierta cautela" a la espera de que vayan demostrando cada trimestre que pueden generar valor para los accionistas. La entidad también ha valorado "favorablemente" las cuentas de 2019, alabando "el esfuerzo del nuevo equipo directivo en materia de recuperación del negocio constructor". Eso sí, insta a vigilar el consumo de caja, que puede deteriorar la estructura financiera si está por encima de los previsto.
Los inversores se mostraron menos satisfechos, ya que esperan una mayor reducción de las pérdidas. Las acciones de la compañía se dejaron un 2,92% este jueves, aunque llegaron a retroceder alrededor de un 5% arrastradas también por la mala jornada que vivió la bolsa española. En el conjunto del año retrocede un 5,2%.