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OHL registró una pérdida neta de 1.335 millones de euros al cierre de los nueve primeros meses del año al reconocer nuevos proyectos de construcción con problemas, que le ha supuesto un impacto de 286 millones de euros en sus cuentas.
La compañía participada por el grupo Villar Mir ahonda así en las pérdidas de 843 millones de euros que reportó al cierre de la primera mitad del año y multiplica los 'números rojos' de 15 millones de un año antes.
Los resultados de la compañía son consecuencia de la revisión que el nuevo equipo directivo, liderado por el consejero delegado José Antonio Fernández Gallar, ha realizado en la compañía, principalmente en la cartera de proyectos de construcción.
Así, las pérdidas computadas por los nuevos proyectos fallidos detectados se suman al impacto de 550 millones de euros derivado de la venta de la división de concesiones ya reconocido en los resultados semestrales.
Los 'números rojos' récord de OHL son también consecuencia de las pérdidas con las que ha vendido la participación que le quedaba en el complejo turístico mexicano de Mayakobá y de otras provisiones por litigios abiertos en distintas obras.
En el plano operativo, OHL redujo un 14% su cifra de negocio entre los pasados meses de enero y septiembre, hasta los 2.048 millones de euros, afectada por "una menor actividad constructora".
La compañía obtiene fuera de España casi de las tres cuartas partes (el 72%) de esta facturación. El resultado bruto de explotación (Ebitda), de su lado, se situó en un importe negativo de 467 millones.
Tras la referida revisión, la cartera de proyectos de construcción pendientes de acometer de OHL se sitúa en 5.151 millones de euros, frente a la de 5.582,1 millones que presentó en junio, pero de la que espera un margen bruto del 6,5%.
El 20% de esta cartera corresponde a los proyectos fallidos, respecto a los que el grupo mantiene reclamaciones por 1.600 millones de euros, un importe que la empresa no contabiliza como ingresos futuros.
"PUNTO DE INFLEXIÓN".
OHL considera estas cuentas "un punto de inflexión" a partir del cual espera una "gradual recuperación de su actividad", que se centrará en la "rentabilidad y en la generación de caja" del negocio recurrente de construcción con el que se ha quedado tras la venta de concesiones.
A este fin considera que contribuirá la estricta política de reducción de costes implementada por la nueva dirección, y la liquidación de deuda e inyección de liquidez que le permitió la desinversión del negocio concesional.
El mercado se adelantó a los resultados que OHL, a pesar de que el grupo los presentó al cierre de la sesión de Bolsa. Ello no impidió que la constructora se desplomara un 18,1% y marcara un nuevo mínimo histórico de 0,75 euros por acción.