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Nvidia sabía desde hace tiempo que esta semana sería importante para su devenir en bolsa, con unos resultados trimestrales para los que los analistas han moderado sus expectativas, aunque lo que quizás desconocía es que también tendría que lidiar con los problemas de sobrecalentamiento en sus chips de última generación, Blackwell, conocidos ayer. Por eso, los inversores buscarán en este reporte no solo unas cifras sólidas, sino también buenas noticias sobre el producto estrella del año para el fabricante.
David Morrison, analista senior de mercados en FCA, asegura que las bolsas se encuentran "inquietas" tras conocerse ayer que los chips de IA Blackwell, que ya habían enfrentado retrasos, han registrados problemas con los servidores asociados que se sobrecalientan, lo que ha llevado a algunos clientes a preocuparse por no tener suficiente tiempo para poner en funcionamiento nuevos centros de datos.
En este contexto, los resultados que la empresa publicará el miércoles pueden calmar las aguas o bien hacer saltar las dudas, y los analistas advierten de posibles "ventas masivas" si la compañía decepciona, tanto con sus cifras actuales como con sus previsiones a futuro.
"Si el fabricante de chips de IA generativa supera las previsiones y una vez más emite una orientación positiva, esto podría proporcionar una base para otro aumento en las acciones tecnológicas. Pero cualquier decepción podría resultar en una fuerte liquidación a medida que los inversores se apresuran a reducir su exposición a largo plazo. Los inversores ya están inquietos tras los informes de ayer de que el nuevo chip Blackwell de Nvidia se ha sobrecalentado", comenta.
Hasta esta semana, las expectativas eran altísimas para el chip, que en palabras del CEO de Nvidia, Jensen Huang, cuenta con "una locura" de demanda. Ahora, este informe de resultados tiene la tarea de "poner una cifra sobre cuán loca es la demanda de estos chips, ya sea que se estén sobrecalentando o no", como apunta Ipek Ozkardeskaya, analista sénior de Swissquote Bank.
"Las noticias no fueron tan buenas en el frente de Nvidia, ya que los chips Blackwell de Nvidia (ya sabes, los chips de próxima generación que ven una demanda increíble según el CEO Jensen Huang) supuestamente se sobrecalientan, lo que requiere rediseño y retrasos en las entregas. Por supuesto, se puede argumentar que este tipo de ajustes son estándar para lanzamientos tecnológicos a gran escala y no deberían tener un impacto material en el largo plazo", detalla.
Todo lo que suceda con Blackwell puede tener un fuerte impacto en los '7 Magníficos' y en el conjunto de Wall Street, ya que si las grandes compañías del sector se ven obligadas por problemas en el suministro de chips a retrasar sus ambiciosos planes de centros de datos e inteligencia artificial (IA), aumentarán las cuestiones sobre cuándo se volverán rentables las grandes inversiones que están realizando para desarrollar esta tecnología.
"El retraso en el corto plazo significa que los grandes clientes como Meta, Google y Microsoft no tendrán sus chips a tiempo, y este último extenderá el período de amortización de sus inversiones en un momento en que los inversores no pueden esperar a ver que estas inversiones den frutos", explica Ozkardeskaya.
En cuanto a los resultados en si, los analistas llegan a esta cita con expectativas más bajas que en informes anteriores, ya que sus previsiones "se sitúan en la prima más baja con respecto a las orientaciones anteriores de la empresa en muchos años", como explica Chris Weston, jefe de investigación en Pepperstone.
Por ejemplo, las previsiones de consenso para los ingresos del grupo apuntan a 33.080 millones de dólares, un 2% por encima de la orientación proporcionada por la compañía. El mercado también espera un beneficio por acción de 0,74 dólares y que el negocio de centros de datos aporte 29.020 millones a la facturación total.
¿CÓMO APROVECHAR EN BOLSA ESTOS RESULTADOS?
Los analistas de la sociedad de valores Activotrade anticipan una sesión bursátil con mucho movimiento tras las cifras de Nvidia, y es que "el mercado de opciones de la compañía espera o descuenta una volatilidad implícita del 8% aproximadamente de cara a los resultados". Ante esta situación, cuentan con una estrategia para aprovechar en bolsa los efectos que provoque el fabricante de chips.
En primer lugar, recomiendan comprar opciones de venta o 'put', que es "una forma sencilla de protegerse contra una caída del mercado pagando una prima por ello y limitando el riesgo a la cuantía de la misma". "Esta estrategia puede ser especialmente útil si la volatilidad medida por el VIX se encuentra baja porque el precio de las opciones sería más bajo", aseguran.
También apuestan por la venta de opciones 'call' cubiertas, que "puede generar ingresos extra en un mercado plano o ligeramente alcista, ayudando a compensar parte del riesgo a la baja en el valor del acción".
"Para los operadores que esperan que Nvidia se mantenga dentro de un rango después de los resultados, una 'iron butterfly' o mariposa capta el efecto de la volatilidad vendiendo opciones call y put en el 'strike ATM' y comprando alas protectoras u opciones de compra (call) y venta (put) fuera del dinero para cubrirnos en el caso de que el precio de la compañía se vaya demasiado por cualquiera de los dos lados. La ganancia máxima es relativamente reducida, pero asumiendo también un riesgo muy bajo a pesar de conllevar vender opciones y por ende apalancamiento o margen de por medio", agregan.
Por último, recomiendan "una venta de 'straddles' o 'strangles' ampliando los precios a partir de los cuales se ven reducidos sus beneficios, aumentando la ganancia máxima al cobrar una mayor prima pero asumiendo un mayor riesgo por ello".