Telefónica ha estabilizado su acción por encima de los 4 euros pero aún está cerca de su mínimo de 3,6 euros que tocó hace sólo un mes. Es momento, de nuevo, de dar aire a la acción y su núcleo duro, integrado por BBVA y CaixaBank, vería con buenos ojos la entrada en el accionariado de un accionista minoritario que haga revitalizar la cotización, según indican fuentes conocedoras.
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Desde hace meses, la opción de un socio que adquiera una participación minoritaria, con la connivencia del equipo encabezado por José María Álvarez-Pallete sobrevuela a la compañía con sede en Las Tablas, con la opción de firmas sin vocación de permanencia a largo plazo, como CVC y KKR. Este último es un conocido de la casa, dado que ya es socio de la ‘teleco’ en su filial de infraestructuras Telxius.
El precio de la acción ha sido una de las principales preocupaciones de la alta dirección de Telefónica en los últimos meses y, también, de sus principales accionistas. Ahí, en el núcleo duro, sólo dos nombres de referencia: BBVA y CaixaBank, con el 7% y el 5% del capital, respectivamente. Este último es el mismo porcentaje que roza el gigante de la inversión BlackRock.
REPLIEGUE
Hace poco más de un mes, Álvarez-Pallete descartaba medidas para impulsar la cotización. Era otro escenario, previo al coronavirus. “Podíamos tomar acciones de corto plazo para mejorar el precio de la acción pero debilitaría la compañía”, aseguró el presidente de la operadora durante la presentación de resultados de 2019. Entonces, a finales de febrero, la acción superaba los 6 euros.
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Telefónica da un respiro a su tesorería y al dividendo al aplazarse la subasta del 5GHa cambiado el escenario por el Covid-19 y también porque Telefónica ha dejado congelados, de momento, sus planes para replegarse de América Latina. En ese continente sólo considera clave su presencia en Brasil (en Europa, España, Alemania y Reino Unido). Por ello, en noviembre, anunció que estudiaba diferentes alternativas, desde la venta de activos a la entrada de socios en el capital.
Esos planes, que concentrarían la operadora en los mercados donde ve rentabilidad a largo plazo, están parados. Como lo está la subasta del 5G en España. En este caso, supone aire para la liquidez de la empresa, dado que no tendrá que realizar inversiones hasta que se supere la crisis sanitaria y el Ministerio de Economía retome la subasta.
De esta forma, ha ganado tiempo para poder garantizar el pago del dividendo de 0,40 euros por acción con cargo a 2019, de ellos aún le queda pendiente la mitad, los 0,20 euros por título que abonará el próximo verano. Una promesa que engancha inversores, sobre todo, minoritarios.