Las acciones de la aerolínea Norwegian se han desplomado un 49,40% en la Bolsa de Oslo después de que el pasado miércoles anunciara que había salido de la protección de bancarrota, después de haberse acogido a una reestructuración masiva que ha incluido una amplia reducción de su flota y la supresión de su negocio de largo radio.
La 'low cost' noruega se encontraba en dificultades financieras incluso antes de la pandemia del Covid-19 y el pasado mes de diciembre entró bajo protección anti quiebra en Irlanda, donde tienen su sede varias de sus subsidiarias, y en Noruega.
La aerolínea aseguraba el pasado miércoles que había finalizado su plan de reestructuración y que abandonaba la protección por quiebra en Irlanda y en Noruega ese mismo día. "Hemos salvado una aerolínea que tiene un enorme valor para Noruega", afirmó a la agencia de noticias NTB el jefe de Norwegian, Jacob Schram. Según el grupo, se ha completado así el proceso de captación de capital para salvar a la compañía, parte del cual se generó mediante la emisión de nuevas acciones.
Norwegian lleva meses luchando contra la insolvencia debido a sus elevados niveles de deuda y otros problemas a raíz de la crisis del coronavirus. Durante la reestructuración, la compañía ha conseguido atraer 589 millones de euros en capital y ha reducido su deuda de los más de 7.800 millones de euros que debía a finales de 2019 a entorno a 1.600 millones de euros, según informó la compañía en un comunicado a la Bolsa de Oslo.
Gracias a los nuevos fondos, la aerolínea también ha cumplido con los requisitos de reestructuración de los tribunales irlandeses y noruegos competentes. "Hoy hemos escrito historia, no solo de Norwegian y de la aviación, sino de Noruega", señaló en rueda de prensa el consejero delegado de la compañía, Jacob Schram. La aerolínea atravesaba una difícil situación financiera desde hacía años, agravada en 2019 por la prohibición temporal de vuelo de los Boeing 737 MAX y los problemas con los motores Rolls Royce, y agudizada con la crisis del coronavirus.
RECORTES EN ESPAÑA
El pasado año Norwegian registró unas pérdidas de 23.039,8 millones de coronas noruegas (2.217 millones de euros), lo que supone multiplicar por catorce los 'números rojos' de un año antes, que se situaron en 1.609,1 millones de coronas noruegas (155 millones de euros), debido al impacto del Covid-19 y a las restricciones de viaje impuestas en todos los mercados frente a la pandemia.
El pasado 3 de mayo la compañía comunicó su intención de iniciar un procedimiento de despido colectivo para 1.191 trabajadores de sus bases en España en los próximos días, lo que afectaría al 85% del total de tripulantes. Desde la compañía explicaban que se trataba de un proceso de reestructuración que está realizando en "todos y cada uno" de los mercados donde opera, que son los países nórdicos, Reino Unido, Estados Unidos, Italia y Francia, además de España.
La intención de la compañía, como anunció en enero, es cesar las operaciones de larga distancia y redimensionar a la baja el corto radio. En concreto, durante 2021 espera atender el corto radio con unos 50 aviones, lo que supone menos de un tercio de los 156 con los que cerró 2019 (37 de larga distancia y 119 de pasillo único) para incrementarlos hasta los 70 a lo largo de 2022. Norwegian anunció también su intención de dejar inoperativas y sin tripulaciones tres de las cinco bases de corto radio que quedaban en España, en concreto Barcelona, Gran Canaria y Tenerife Sur.
La compañía estima que, para el verano de 2022 y, bajo el escenario de seis aviones con base en España (tres en Alicante y tres en Málaga), esta tendrá una necesidad de tripulantes en la región de 215 efectivos, entre pilotos y tripulantes de cabina (TCP). Dentro de este contexto, Norwegian continúa su crecimiento en Dinamarca y Finlandia, países donde ha iniciado procesos de contratación de pilotos y con los que pretende realizar los vuelos y por tanto la producción española.