Elon Musk, propietario de Twitter, sorprendía este fin de semana con la noticia de la readmisión de Donald Trump en la red social. Sin embargo, se ha encontrado con una reacción que no esperaba: el expresidente de EEUU no quiere volver.
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Caos en Twitter: los empleados dimiten en masa tras el ultimátum de MuskEn la madrugada de este domingo Twitter restablecía el perfil de Trump, que permanecía suspendido desde enero de 2021, tras el asalto a la Casa Blanca. La red social lo hacía por orden de su nuevo propietario, que había lanzado una encuesta para tomar una decisión al respecto.
Según el propio Musk, tras someter la decisión a la opinión popular, quedaba claro que Trump debía volver a Twitter, ya que millones de usuarios habían apoyado la restitución del perfil del magnate. Había logrado un 51,8% de votos a favor en la encuesta lanzada por el dueño de Twitter.
"El pueblo ha hablado. Trump será reintegrado. Vox Populi, Vox Dei" escribió Musk en su perfil, después de que más de 15 millones de participantes dejasen su voto y cientos de miles de comentarios en las 24 horas habilitadas para responder a la encuesta. Aunque en realidad, la votación fue muy ajustada.
Sin embargo, el también fundador de Tesla puede que no se esperase la respuesta que ha dado Trump. Y es que el expresidente de EEUU, tras conocer la noticia de la encuesta, ha dejado caer que ve "muchos problemas en Twitter" y que su intención es mantenerse en su red social, Truth Social, ya que no ve motivos para regresar a la plataforma adquirida por Elon Musk.
"He oído que estamos obteniendo una gran votación para volver también a Twitter. No lo veo porque no veo ninguna razón para hacerlo", dijo Trump en la reunión de la Coalición Judía Republicana en Las Vegas. También apuntó que se quedaría en Truth Social, la aplicación desarrollada por su startup Trump Media & Technology Group (TMTG), porque tiene mejor compromiso con los usuarios que Twitter y lo estaba haciendo "fenomenalmente bien".
Cabe destacar que Truth Social ha sido la principal fuente de comunicación directa de Trump con sus seguidores desde el pasado mes de mayo. Ha utilizado esta red para promover a sus aliados, criticar a sus oponentes y defender su reputación ante el escrutinio legal de las investigaciones en las que se ha visto envuelto.
No obstante, su acuerdo con la empresa no le impide estar presente en otras redes sociales. Trump solo está obligado a conceder a Truth Social una exclusiva de seis horas para cualquier publicación, pero es libre de publicar "mensajes políticos, recaudación de fondos políticos o esfuerzos para conseguir el voto" en cualquier sitio, en cualquier momento, según una presentación remitida a la SEC en mayo.
La cuenta del republicano en Twitter tenía más de 88 millones de seguidores antes de ser vetado.