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A Elon Musk no le gusta que le lleven la contraria. El consejero delegado de Tesla ha anunciado su intención de trasladar la sede fiscal de la compañía de Delaware a Texas después de que la Justicia estadounidense invalidara su paquete de remuneración salarial de 56.000 millones de dólares aprobado en 2018. El fabricante de vehículos eléctricos tiene su cuartel general en Austin, capital del Estado de la Estrella Solitaria, donde también se encuentra una de sus más importantes gigafactorías.
Tras el veredicto emitido por el Tribunal de Cancillería de Delaware, Musk realizó una consulta en su perfil de X (antigua Twitter) en la que preguntaba a sus seguidores si la compañía debía mudar su sede fiscal a Texas. El resultado fue una apabullante victoria del sí con un 87,1% de los más de 1.100.000 votos contabilizados en la consulta. Tras la encuesta, Musk aseguró que Tesla "se moverá inmediatamente para celebrar una votación de accionistas para transferir el estado de incorporación a Texas".
El interés de Musk en Texas no es nuevo. En 2021, el controvertido magnate movió la sede corporativa de la compañía de Palo Alto (California) después de criticar las leyes y los impuestos del estado. Además, Musk también chocó de frente con las autoridades estatales debido a la reapertura de la fábrica de Fremont en pleno apogeo de la pandemia de Covid-19 en territorio estadounidense. Otras compañías de Musk, como SpaceX y The Boring Company, también están radicadas en Texas.
Cabe señalar que Texas no solo es un estado de los más conservadores de todo el país y un feudo tradicional del Partido Republicano, sino que tanto Delaware como California están gobernados por el Partido Demócrata. En los últimos tiempos, Musk se ha alineado con los republicanos, a pesar de haber donado grandes cantidades de dinero a los demócratas y haber reconocido haber votado a esta formación, y no es extraño verlo compartir publicaciones muy críticas contra la Administración Biden y otros gobernantes de los demócratas.
Como decimos, la Justicia estadounidense anuló el paquete salarial de 56.000 millones de Musk después de considerarlo excesivo. La decisión llega más de cinco años después de que una demanda del accionista Richard Tornetta apuntara al CEO de Tesla y a los directores de la empresa. Se les acusó de infringir sus deberes con el fabricante de vehículos eléctricos y paneles solares.
Los abogados del accionista argumentaron que el paquete de compensación debería ser anulado porque fue dictado por Musk y fue producto de negociaciones simuladas con directores que no eran independientes de él. También dijeron que fue aprobado por accionistas a los que se les proporcionaron informaciones engañosas e incompletas en un comunicado. Musk puede apelar la decisión ante la Corte Suprema de Delaware.
En los últimos días, Tesla ha sufrido diversos recortes de precio tras unos resultados que no han convencido a los analistas. Los menores márgenes de beneficio y la falta de orientación dada por Musk no han gustado al mercado, con expertos de la talla de Dan Ives (Wedbush) definiendo al fabricante como "un huracán de categoría 4" y criticando a Musk y su equipo directivo por su actitud infantil. No obstante, la mayoría de los estrategas coinciden en que, a largo plazo, Tesla se encuentra en el buen camino para seguir liderando su sector.
También ha sido noticia que Tesla ha mejorado el hardware de conducción autónoma del Model Y que vende en China, según ha reconocido la compañía por WeChat. El Tesla Model Y vendrá con Hardware 4.0 (HW 4.0) de forma gratuita cuando un cliente compre el coche. El HW 4.0 es un conjunto de cámaras, sensores y ordenador de a bordo diseñado para facilitar el software experimental de asistencia al conductor de Tesla, que se comercializa como Full Self-Driving Beta o FSD Beta. El fabricante estadounidense de vehículos eléctricos también lanzó nuevos colores rojo, gris y plateado para el Model Y en China en lo que ha sido entendido como una nueva ofensiva para ganar la cuota de mercado perdida frente a BYD.