Cinco son las 'utilities' o productoras de energía que Morgan Stanley espera que se beneficien de la reunión de emergencia convocada por la Unión Europea (UE) para este viernes con el fin de buscar soluciones que permitan enfrentar la crisis energética que asola al Viejo Continente. Si JP Morgan selecciona a RWE, Engie, EDP y Enel, tal y como les contamos este lunes, las favoritas de Morgan Stanley son también RWE y Engie en la eurozona y SSE, Centrica y Drax en Reino Unido.
"Esperamos que el evento del 9 de septiembre represente muy probablemente una reducción de riesgo para los generadores de energía europeos, rebajando la incertidumbre y desencadenando un repunte de los acciones", explica la entidad.
"Seguimos esperando que la intervención/reforma resulte positiva para muchos valores (...), también mejor de lo que el mercado está anticipando para varios títulos con unos precios poco atractivos", añade. En este sentido, se refiere a Neoen, ERG y EDPR que, en su opinión, reflejan unos precios de la energía más elevados o un mayor crecimiento que el de sus homólogos.
UN PROCESO DE REFORMA EN DOS FASES QUE TARDARÁ EN NOTARSE
Morgan Stanley plantea una reforma energética en dos fases por parte de la Unión Europea, tal y como se ha filtrado a los medios. El primer paso buscaría un alivio inmediato para el cliente. El plan esboza un "tope de precios" para los productores con costes fijos con el fin de reducir las ganancias inesperadas que reciben del actual mecanismo de precios. El nuevo mecanismo parece prever que los productores de energía vendan al precio mayorista fijado por el gas y que la diferencia entre este precio de mercado y el precio máximo se pague a los gobiernos, que utilizarán los ingresos para ayudar a los clientes a reducir sus costes efectivos.
El segundo paso sería la reforma estructural en sí. Morgan Stanley ve dos posibles opciones de reforma estructural. Por un lado, una reordenación del sistema eléctrico liberalizado eliminaría la generación de energía en un formato RAB (regulatory asset base) similar a las redes europeas y a gran parte de la generación de energía en Estados Unidos. "Este enfoque proporcionaría una rentabilidad permitida por encima del coste del capital con derechos de emisión e incentivos en torno a los costes de los insumos y la eficiencia", detalla.
La segunda opción es un 'pool verde' para separar el precio de la energía para los generadores de costes fijos y variables. Esta es la reforma propuesta por Reino Unido, que prevé un precio regulado indexado a la inflación para la generación 'verde', incluyendo la hidroeléctrica, la eólica, la solar y la nuclear, para cubrir el 60% de la demanda de energía, con precios marginales fijados por el gas que influyen sólo en aproximadamente el 40% restante de los volúmenes.
"Creemos que llevaría mucho tiempo acordar y aplicar ambos enfoques, lo que no ayudaría a superar la crisis energética en el invierno de 2022/23 o incluso en el de 2023/24", advierten desde Morgan Stanley. "Lo más probable es que estas reformas sean efectivas más allá del rango de los volúmenes futuros contratados por los generadores, de ahí la sugerencia del Reino Unido de que el 'pool verde' se aplique a partir de 2025/26", añaden.