- Moody's alega que la nueva estrategia de Telefónica retrasará la reducción de la deuda
- La operadora carga aún con un endeudamiento neto próximo a los 50.000 millones
Moodys' no ha tenido suficiente con el recorte del dividendo anunciado por la operadora española el 27 de octubre. La agencia de calificación ha rebajado la nota crediticia de la empresa presidida José María Álvarez-Pallete en un escalón, desde Baa2 hasta Baa3, y la sitúa tan solo un peldaño por encima del 'bono basura'.
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La compañía ha anunciado esta rebaja mediante un Hecho Relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La agencia argumenta que la nueva estrategia de Telefónica, consistente en "reducir la deuda de manera orgánica con la generación de flujo de caja libre y vendiendo sólo activos de no estratégicos cuando se dé la oportunidad (...) retrasará los esfuerzos para reducir su endeudamiento para diciembre de 2017".
La agencia argumenta que la nueva estrategia de Telefónica retrasará los esfuerzos para reducir su endeudamiento para diciembre de 2017
Así, aunque Moody's opina que el recorte del dividendo "es un paso en la dirección correcta porque preservará la liquidez de la empresa y ayudará a reducir la deuda progresivamente", sigue considerando que el peso de la deuda es demasiado alto. Y por eso ejecuta el aviso que ya lanzó en mayo: que reduciría el 'rating' de Telefónica si no se producía "una evidencia clara del progreso realizado por la compañía para alcanzar el desapalancamiento previsto para este año".
Al cierre de septiembre, la deuda neta de Telefónica alcanzaba los 49.984 millones de euros. O lo que es lo mismo, equivalía a 3,05 veces su beneficio bruto de explotación (oibda). Aunque Telefónica también anunció en octubre que renuncia a su anterior compromiso de rebajar la ratio deuda/oibda a 2,35 veces a finales de 2017, para la agencia la nueva estrategia supone una ralentización demasiado acusada en el ritmo de desapalancamiento.
LA MÁS DURA
Tras este descenso, la nota de Moody's sólo se encuentra un escalón por encima del bono basura o alto rendimiento, que distingue a las empresas con menor solvencia y a las que por tanto se les encarece la financiación. Por ahora, eso sí, sigue teniendo grado de inversión, el bloque que identifica a las empresas más solventes. Y además no tiene previsto ejecutar otra rebaja en breve, puesto que sitúa a la empresa presidida por Álvarez-Pallete en una perspectiva "estable".
De este modo, Moody's se destaca como la agencia más dura con Telefónica. Fitch y Standard & Poor's conceden a la operadora española una nota de BBB, dos escalones por encima del bono basura.
La agencia podría considerar devolver el rating de la teleco a Baa2 si las métricas de crédito de la compañía se fortalecieran significativamente como resultado de una mejora en los cash flows operativos y en la reducción de deuda. Por el contrario, podría rebajar más la nota si Telefónica se desviara de su plan de fortalecimiento financiero como resultado de una débil generación de cash flow o de una dificultad a la hora de ejecutar las medidas de reducción de deuda anunciadas o si la actuación de la compañía en España y en otros mercados clave se deteriorara sin probabilidad de mejorar a corto plazo según las tendencias subyacentes.
La agencia podría considerar devolver el rating de la teleco a Baa2 si las métricas de crédito de la compañía se fortalecieran significativamente
TELXIUS, RECORTE DEL DIVIDENDO...
A su vez, esta decisión prolonga la secuencia de reveses que está protagonizando la empresa española, ya que llega después de cancelar la salida a bolsa de Telxius y aprobar una rebaja del dividendo. Además, sus resultados mostraron que la 'teleco' había ganado un 22% menos entre enero y septiembre. Telefónica presentó un beneficio neto para los primeros nueve meses del año de 2.225 millones de euros.
La cancelación de la salida a bolsa de Telxius se produjo porque la operadora no obtuvo el precio que quería. De hecho, según comunicaron, la suspensión del salto al mercado se produjo al "no considerar adecuada la valoración de la compañía implícita en las órdenes de compra recibidas".
Otro aspecto que tiene pendiente Telefónica es la salida a bolsa de O2. “Decidiremos en 2017 si es correcto seguir adelante con la salida a bolsa. Las condiciones de mercado, sin duda, tendrán un papel importante, pero no será la única evaluación”, aseguró a finales de octubre Mark Evans, consejero delegado de O2.
A la espera de resolver el futuro de Telxius y O2, y con la deuda presionando, a la compañía no le quedó otro remedio que rendirse a la evidencia. Por eso, además de presentar sus cuentas trimestrales, el pasado 27 de octubre también anunció que recortaba el dividendo. La compañía decidió meter tijera al dividendo de 0,75 euros que ha repartido en los últimos tiempos, y que este mismo año César Alierta y José María Álvarez-Pallete prometieron que estaba asegurado, para rebajarlo hasta los 0,55 euros con cargo a los resultados de 2016 y hasta los 0,40 euros con cargo a las cuentas de 2017.