La agencia de calificación Moody's ha recortado su calificación de Codere un escalón más dentro de la categoría de 'bono basura': desde 'B2' hasta 'B3'. Moody's ha explicado que esta decisión "refleja la falta de crecimiento de los ingresos, con un rendimiento operativo inferior a lo previsto por la agencia y un flujo de caja libre negativo". Moody's sitúa la perspectiva en estable.
Moody's subraya que el futuro inmediato de Codere es complicado y explica que está expuesto a la inestabilidad macroeconómica y política en Argentina. La agencia ha rebajado recientemente la calificación de la deuda soberana del país.
"Hay una serie de licencias que deben renovarse en Argentina en los próximos dos años y las elecciones presidenciales que se celebran en octubre aumentan las incertidumbre", explican. Según Moody's, un nuevo Gobierno podría anunciar cambios en la normativa y en la fiscalidad que podrían afectar aún más la actividad de Codere allí.
El desempeño operativo y la generación de flujo de caja de Codere se han situado por debajo de las expectativas de Moody's para 2018 y la agencia espera que éstos se mantengan bajo presión en los próximos 12-18 meses. Los ingresos y el EBITDA ajustado de Codere cayeron alrededor de un 10% en 2018 frente a 2017, lo que contrasta con las expectativas de Moody's, que preveía que se mantuvieran estables.
Una rentabilidad más débil y un nivel de inversión más alto también dieron lugar a un flujo de caja libre negativo. La agencia esperaba un flujo de caja positivo en 2019 y que la liquidez se situara en 1.000 millones de euros. Sin embargo, ahora estima que las presiones continuarán al menos durante un año y medio.
