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Moody's ha confirmado los rating de depósitos y de deuda senior a largo plazo de Sabadell en 'Baa2' y 'Baa3', respectivamente. No obstante, ha rebajado su perspectiva de 'positiva' a 'estable', según ha informado la agencia, que también ha confirmado el BCA (Baseline Credit Assessment) del banco y BCA ajustado en 'ba2' y el riesgo de contraparte (CR) en 'Baa1' (cr).
Estas decisiones reflejan una mejora más lenta de lo previsto en el perfil de crédito de Sabadell en términos de beneficio y capital, en línea con los extraordinarios durante el primer semestre de 2018 y el actual riesgo de su filial TSB. También reflejan los beneficios de su estrategia de reducción del riesgo tras la reciente venta de la mayor parte de su cartera de activos inmobiliarios adjudicados y la tendencia descendente en los créditos dudosos.
Sabadell obtuvo un beneficio neto de 120,6 millones de euros en el primer semestre de 2018, lo que supone una reducción del 67,2% respecto al mismo periodo del año pasado, una vez asumidas las provisiones por la reducción de los activos inmobiliarios problemáticos y los costes de la migración de TSB. Sin efectos extraordinarios, el beneficio neto recurrente se incrementaría un 24,4% interanual, hasta los 456,8 millones de euros.
Tras la venta de diversas carteras de créditos morosos y activos inmobiliarios por un total de 12.200 millones de euros, la ratio de activos problemáticos netos sobre el total del activo se situó al cierre de junio en el 1,7%.
