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Decenas de miles de accionistas minoristas europeos y asiáticos de Tesla --con una participación valorada en más de 17.000 millones de dólares (unos 15.613 millones de euros)-- corren el riesgo de no votar en la junta general que se celebrará el próximo 13 de junio porque las plataformas de inversión todavía no han conseguido implementar el sistema de votación transfronterizo.
Dos de los puntos centrales de la cita de los tenedores de títulos del mayor fabricante de vehículos eléctricos del mundo son el paquete de remuneración de para el fundador de la compañía, Elon Musk, de 56.000 millones de dólares (51.432 millones de euros) y el traslado de la sede de la empresa desde Delaware hasta Texas.
En estos momentos, Tesla cuenta con una proporción inusualmente alta de accionistas minoritarios --poseen alrededor del 30% de la empresa-- y los votos de los minoritarios se hacen decisivos para decantar la balanza hacia una u otra dirección en las consultas que se hagan en la junta.
Por ejemplo, Hargreaves Lansdown, la mayor plataforma de inversión privada del Reino Unido con 1,7 millones de clientes, es una de las aplicaciones a través de los cuales los accionistas de Tesla no han podido votar.
CADA VOTO CUENTA
Vanguard, Capital Group, el fondo de pensiones de Noruega y State Street se encuentran entre los 10 principales accionistas de Tesla que votaron en contra de la propuesta salarial a Elon Musk en 2018, que, sin embargo, fue aprobada con un 73% del apoyo de los accionistas.
El Scottish Mortgage Investment Trust de Baillie Gifford, uno de los accionistas más antiguos del fabricante de automóviles y uno de los 15 principales propietarios de la empresa, ha dicho que planea respaldar el sueldo al empresario de origen sudafricano.
Sin embargo, Calpers, el fondo de pensiones público más grande de EEUU, dijo en la semana pasada que "no creía en el la remuneración fuera proporcional al desempeño de la empresa".
Al tiempo, Institutional Shareholder Services (ISS), el principal proxy --firma de asesoramiento a los accionistas-- se ha posicionado en contra de pagarle a Musk lo que pide alegando que el valor total de la adjudicación sigue siendo excesivo, incluso dado el éxito de la compañía".
Por su parte, otro proxy, Glass Lewis, alegó en un informe de 71 páginas que el salario que pedía Elon Musk era "excesivo" y aseguró que genera preocupaciones sobre el control que Musk tendría sobre Tesla, donde ya posee una participación del 12,89%.
CRÍTICAS DEL EMPRESARIO
Elon Musk ha criticado en varias ocasiones tanto a Glass Lewis como a ISS publicando en las redes sociales mensajes en los que apunta a una "excesiva concentración" de poder en manos de estas firmas, "porque gran parte del mercado son fondos pasivos, que subcontratan en ellos las decisiones de voto de los accionistas".
"ISS y Glass Lewis controlan el mercado de valores", dijo el empresario. Además, el presidente ejecutivo de Tesla acusó a Calpers de "incumplir su palabra" después de que su directa ejecutiva dijera que iba a votar en contra del paquete salarial.