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Merlin Properties ha rebotado con fuerza en bolsa pese a la enorme crisis abierta en la cúpula de la sociedad de inversión inmobiliaria, debido a las desavenencias entre el actual consejero delegado, Ismael Clemente; y los representantes de Banco Santander, máximo accionista con el 22% del capital.
"Valoramos positivamente que Ismael Clemente no haya sido cesado porque goza del reconocimiento del sector y del mercado (la acción cayó un -6%, antes de conocerse el resultado de la reunión del Consejo) aunque los eventos de ayer han dejado cierta sensación de inestabilidad en el mando de la compañía", explican los analistas de Banco Sabadell, que aconsejan comprar el valor, con una valoración de 11,33 euros por acción.
"En cualquier caso, nos parece que la acción está muy barata, cotizando con un descuento del 43% sobre el valor neto de sus activos (NAV), por lo que reiteramos nuestra recomendación de comprar", añaden.
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No piensan lo mismo los analistas de Bankinter, que han recortado su consejo de neutral a vender, con una valoración de 10 euros por acción. "A la incertidumbre todavía elevada sobre los activos de oficinas y centros comerciales, que representan cerca del 70% de sus activos, se unen ahora las dudas sobre su equipo gestor", explican estos expertos.
"Teniendo además en cuenta que cotiza a niveles próximos a nuestro precio objetivo (10,0 euros/acción), tras revalorizarse con fuerza este año, bajamos recomendación a vender desde neutral", añaden.
ENORME CRISIS DE COMUNICACIÓN
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Merlin Properties protagonizó este lunes una enorme crisis de comunicación. Varios medios airearon las diferencias entre Ismael Clemente y Javier García-Carranza, presidente de la compañía y representante del Santander, que llegó a solicitar el cese de Clemente.
Posteriormente, el propio Clemente señaló a 'El Mundo' que "Santander quiere controlar la compañía y nosotros le estorbamos". Además, durante la tarde el equipo directivo hizo público un comunicado en el que apoyaba a Clemente y llegaba a pedir a Santander que lanzara una OPA si quería el control total de la empresa.
En una misiva firmada por los principales directivos de la compañía, encabezada por el director general corporativo, Miguel Oñate, estos afirmaron que Merlin "no se merece comportamientos abusivos y feudales por parte de minoritarios", en clara alusión al Santander.
EL CONSEJO INTENTA TRANQUILIZAR LOS ÁNIMOS
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Posteriormente, en un Consejo de Administración extraordinario, la compañía intentó llamar a la calma al rechazar de manera expresa el contenido de las noticias aparecidas en los últimos días y, en concreto, aquellas descalificaciones que iban contra algunos accionistas y consejeros de la compañía.
El Consejo, por unanimidad, adoptó iniciar un proceso de reforma de la gobernanza, con el objetivo de mejorar la misma en interés de Merlin y todos sus accionistas. Javier García-Carranza, presidente del Consejo y miembro en representación de Santander, e Ismael Clemente, consejero delegado de la compañía, reiteraron su respeto mutuo y su expresa decisión de poner en marcha mecanismos precisos y medidas concretas que vayan en la dirección de la mejor gobernanza de la sociedad.
Sin embargo, la crisis entre el equipo gestor liderado por Clemente y el Santander no se ha cerrado. "Consideramos que este tipo de noticias podrían aumentar riesgo de salida de papel o la posibilidad de una colocación o venta de todo o parte de la participación de Banco Santander", comentan desde Renta 4.