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Mediaset y su segundo mayor inversor, Vivendi, han puesto fin este lunes a años de enfrentamientos legales con un pacto por el que el grupo francés reducirá drásticamente su participación en la cadena italiana.
El fracaso de un acuerdo de televisión de pago en 2016 sumió a las dos empresas de medios de comunicación en una guerra librada en los tribunales de toda Europa, bloqueando los planes de Mediaset de expandirse en el extranjero para hacer frente a la creciente competencia en la industria de los servicios de streaming como Netflix.
El acuerdo compromete a Mediaset a pagar un dividendo extraordinario de 0,30 euros por acción en julio, al tiempo que garantiza el respaldo de Vivendi a la estrategia paneuropea que persigue el grupo controlado por la familia del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi.
Vivendi había logrado bloquear el proyecto, pero la semana pasada Mediaset dijo que se embarcaba en un nuevo intento de trasladar su base legal a los Países Bajos para buscar acuerdos con sus pares europeos, recuerda Reuters.
Mediaset, su principal inversor, Fininvest, y Vivendi han anunciado en un comunicado conjunto que el grupo francés votará a favor de la medida en la junta de accionistas del 23 de junio.
Antes de eso, Vivendi también respaldará la supresión de un sistema de acciones de fidelidad que habría reforzado el control de Fininvest sobre la cadena y que Mediaset había ofrecido la semana pasada como muestra de buena voluntad.
"Vivendi y Mediaset han llegado a un acuerdo de buena vecindad en materia de televisión en abierto y de compromisos de permanencia por un periodo de cinco años", han declarado las empresas.
En virtud del acuerdo, Vivendi venderá en el mercado durante un periodo de cinco años los dos tercios de su participación del 28,8% en Mediaset.