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Spirit AeroSystems, el mayor proveedor de piezas para el avión 737 Max de Boeing, ha anunciado este viernes que, a partir del próximo 22 de enero, despedirá a 2.800 empleados que trabajan en las instalaciones que trabajan en sus instalaciones de Wichita (Kansas), en Estados Unidos.
El modelo 737 Max del fabricante estadounidense de aviones se mantiene en tierra, sin poder viajar en todo el mundo, tras los dos accidentes aéreos que se produjeron en 2018 y 2019. Y todavía se desconoce cuándo volverán a volar, lo que ha llevado a Spirit AeroSystems a tomar esta decisión, ya que este modelo supone la mitad de su facturación, según ha explicado en un comunicado.
La compañía plantea también ha decidido reducir personal más reducidas en las plantas que tiene en Tulsa y McAlester (Oklahoma) y que también se dedicaban a producir componentes para el modelo de Boeing. Además, no ha descartado tomar medidas adicionales en el futuro.