"Más fuerte que nunca". Así asegura estar Saudi Aramco tras los ataques con drones sufridos en la última semana. La petrolera estatal saca pecho en un momento especialmente vulnerable de la compañía que ha instaurado la volatilidad en el oro negro.
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Si el petróleo rompe los 80 dólares, provocará un shock mundial inflacionario"Los ataques que tenían la intención de destruir Saudi Aramco han tenido el efecto contrario: nos han unido aún más en la misión de volver con más fuerza", afirma su consejero delegado.
"Cada segundo cuenta en momentos como este y de no haber actuado con tanta celeridad el impacto en la economía global y el mercado petrolero hubiera sido devastador", ha reconocido el alto directivo de Saudi Aramco. Cientos de trabajadores han sido apartados de otros proyectos desde los ataques para arrimar el hombro en una tarea contrarreloj.
"Ninguno de nuestros pedidos a clientes internacionales ha sido cancelado tras los ataques y seguiremos alimentando al resto de países con la energía que el mundo necesita", apostilla. Este jueves, el primer ministro energético de Arabia Saudí reconocía que el país utilizó parte de sus reservas de crudo para abastecer la necesidad de sus consumidores.
Y todo, mientras Washington mueve ficha. Los de Trump han anunciado que enviarán tropas a Oriente Medio tras el ataque a las instalaciones saudíes. Además, ha prometido enviar cuanto antes más armamento al país para que pueda defenderse frente a nuevos ataques.