Una dimisión anunciada un día antes de hacerse oficial, un nombramiento dictado desde el Ejecutivo y un adiós marcado por la disparidad de criterios con el mismo poder del Estado. Y detrás una compañía, Red Eléctrica (REE) que, en los próximos meses, puede ver sus prioridades de crecimiento, es decir, el plan estratégico que tiene redactado para los próximos años, vuelven a cambiar. Un replanteamiento que, según indican fuentes conocedoras, puede incluir tanto las previsiones de inversión anunciadas por su ya expresidente Jordi Sevilla, como el modelo de retribución a sus accionistas.
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Hace menos de un año, REE vistió de gala su nuevo plan estratégico. No era a largo plazo, porque abarcaba desde los proyectos realizados un año antes (en referencia a 2018, cuando pactó la compra del negocio de satélites Hispasat a Abertis) y hasta 2022. Un plan claramente enfocado a la diversificación y la expansión internacional. Y REE ya ha ido dando pasos en ambas direcciones, un planteamiento que estaría detrás del choque entre Sevilla y la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.
LOS PILARES DE SEVILLA
Los cuatro pilares de negocio de ese plan estratégico a 2022 se centraron en reforzar a REE como operador del Sistema Eléctrico Español (donde es el único actor de un activo considerado estratégico) para adaptarse a la transición ‘verde’. Y, junto a ese núcleo de negocio, las telecomunicaciones (tanto en fibra óptica como los servicios de conexión satelital) aprovechando así la integración de Hispasat, a la que destinó más de 930 millones de euros.
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Ribera rompe su silencio sobre Jordi Sevilla: "Si no está cómodo, normal que se vaya"La tercera pata de esta propuesta pasa por el crecimiento fuera de España, dentro del negocio de la gestión de la red, aprovechando su experiencia como operador único del sistema. Y, por último, acelerar en el segmento tecnológico, para terceros y como desarrollador de 'startups'. Estas últimas actividades, sobre el papel, han supuesto un salto de gigantes respecto a la visión más tradicional del negocio de REE.
Estas cuatro áreas de negocio se reparten los 6.000 millones de inversión previstos por REE hasta 2022. De esa cifra, algo más de la mitad (el 53%) está enfocada a Transición Energética en España. Es decir, el resto, a los planes de expansión más allá de su negocio ‘core’. Y ahí es donde puede haber replanteamiento, sobre todo en cuanto a la expansión internacional, donde ya se ha pactado la compra del 50% de la compañía brasileña Argo.
Esa reformulación también incluiría mantener la evolución al alza del dividendo. El pasado año, REE abonó una retribución de 0,98 euros por acción (con un alza del 7% respecto a 2017). Ese guiño a los accionistas (donde el Estado es el más beneficiado, porque controla el 20% de REE) y donde sólo el gigante BlackRock asume tener una participación relevante (más del 3%), según la CNMV. Es decir, no es el momento de rebajar dividendo y asustar a los fondos internacionales. Por eso, la compañía bajo Sevilla tampoco habló de rebajar sustancialmente la retribución (sí la plantilla) como consecuencia de la nueva retribución planteada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
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Las causas del adiós de Sevilla a REE: atasco en las renovables y la adquisición de HispasatDe momento, y a la espera de ver si hay cambios, REE había planteado para los próximos años un dividendo de 1,05 euros por acción para 2019; y de “al menos”, el euro por título para 2020, 2021 y 2022. Sin cifras concretas.
El adiós de Sevilla del gestor eléctrico ya está sellado, a la espera de saber quién le sustituirá en el cargo que, sobre el papel, no tiene poder ejecutivo, ya que esa tarea cae en manos del consejero delegado, Roberto García Merino. Sin embargo, el choque entre el expolítico y la ministra para la Transición Ecológica está lejos de acabar. De ahí las palabras de Teresa Ribera de este jueves. “Un señor al que conocemos todos, por su gran capacidad expansiva en términos de comunicación, y si no se siente cómodo en el contexto que dice, de las referencias externas del contexto regulatorio, quizá es comprensible que se vaya”. Queda por saber si habrá respuesta de Sevilla.