La inteligencia artificial (IA) es una tecnología transformadora que impacta en la economía, la sociedad, las empresas y el medio ambiente. Y para Mapfre ha venido para quedarse, aunque ha alertado que la excesiva regulación puede frenar la competitividad de las empresas europeas.
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"La IA viene para quedarse y forma parte de todas las innovaciones. Lo importante es usarla bien. Hay que priorizar y poner el foco en lo relevante para la organización. No todo vale", ha dicho Elena Sanz Isla, CEO de Mapfre Iberia.
"Tenemos un gran desafío, y es importante no dejar a las pymes atrás. La vía es la colaboración público-privada. Es importante que todo el tejido empresarial pueda optar a esta tecnología", ha añadido.
Por ello, en la aseguradora ven necesario buscar un equilibrio entre la regulación y la competitividad, donde una "regulación excesiva frene la competitividad de las empresas y no se puede optar a ese desarrollo tecnológico".
La IA trae consigo mejoras como la productividad, la rentabilidad, mejora la atención al cliente y en el sector de las aseguradoras, evaluación de riesgos, pólizas altamente personalizadas, equipos enfocados en tareas de valor y mayor satisfacción de clientes y plantilla.
"En Mapfre tenemos más de 200 casos de IA en marcha, de los cuales 90 están ya en producción. En un 50% están relacionados con el ramo de autos", ha explicado Sanz.
La transformación económica es uno de los grandes impactos de la IA, un hecho que influye directamente en un alto apetito de los inversores. "La clave está en elegir qué ideas tienen mas recorrido y nos pueden ayudar a afrontar los retos del día a día", ha puntualizado.
El 36% de las empresas españolas han adoptado algún tipo de IA en 2023, un 29% más desde 2022. Si esta tasa de adopción continúa, podría aportar 55.000 millones de euros adicionales al valor bruto añadido de España para 2030.
Otra de las transformaciones de la IA es la socio-laboral. "La transformación de cualquier ámbito gracias a la IA solo tendrá sentido si no se queda nadie atrás", ha reiterado Sanz.
Las claves para conseguirlo son con el trabajo conjunto con los equipos de recursos humanos; la capacitación y formación de las personas; análisis objetivo de necesidades y punto de partida en el uso de la IA; y estrategias humanas in the loop.
La tercera transformación es la medioambiental, donde también es necesaria la colaboración público-privada entre los que pueden acceder a un seguro y los que no. "Estas brechas vienen porque los riesgos se han incrementado", ha detallado.
La IA tiene que ser un habilitador claro para potenciar la lucha contra el cambio climático y permite hacer modelos predictivos para hacer escenarios de riesgos.
El cuarto punto de transformación es el operacional y de negocio. La IA permite conocer mejor al cliente y mejorar la eficiencia en procesos básicos del negocio asegurador. Y es que el 35% de la gestión global de los contactos de clientes se realiza a través de asistentes virtuales.
A nivel de futuro, desde Mapfre intuyen que esta nueva tecnología va a ser "imparable" y creen que llegaremos a 2030 con ella en nuestras vidas con "procesos más competitivos, con una atención más ágil y contrarrestando los principales riesgos que puedan surgir".
El desarrollo económico, legislativo y social tendrán un impacto de la adopción final, donde el poder transformador de la IA depende de las personas.
Por otro lado, y preguntada sobre el incremento de precios en las pólizas del sector autos, Sanz ha indicado que desde Mapfre "trabajamos para que el ramo autos sea rentable lo antes posible. Hacemos subidas personalizadas dependiendo del cliente y del riesgo para aplicar nuevas tarifas. Las subidas son generalizadas" en todas las compañías.