- Ocupará este cargo a partir del 1 de enero de 2018
- Juan Luis Cebrián mantendrá su puesto de presidente del diario El País
- La Junta General de Accionistas Extraordinaria de este viernes aprueba una ampliación de capital de 450 millones de euros
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Los Polanco vuelve al 'trono' de Prisa. Manuel Polanco, actual vicepresidente de Prisa, sustituirá Juan Luis Cebrián en la presidencia del grupo de comunicación, diez años después de que lo ocupará su padre, el fundador del grupo Jesús de Polanco. Cebrián ha anunciado este miércoles en la junta general extraordinaria de accionistas que dejará ese cargo el próximo 31 de diciembre de 2017, al que llegó en 2012.
Una noticia que sus acciones han recibido con una subida del 3,94% que le ha permitido cotizar en 2,64 euros. No obstante, la compañía retrocede un 44% en este 2017. Juan Luis Cebrián mantendrá su puesto de presidente del diario El País y de una nueva fundación con el nombre del periódico. Además ha indicado que su salida es voluntaria. “Me voy, pero me quedo, como dice el poeta. Mi relevo al frente de PRISA supone mi permanencia durante algún tiempo en la presidencia de El País, en la de la nueva Fundación y en la del consejo editorial que dependerá de ella”, ha señalado Cebrián en la junta extraordinaria de accionistas que se celebra este miércoles en Madrid.
Manuel Polanco ocupaba hasta entonces la vicepresidencia de Prisa. El directivo llega la presidencia de la compañía tras haber realizado toda su carrera profesional en el grupo. Entre sus últimos cargos destaca la presidencia de Prisa TV y DTS desde octubre de 2010, hasta el momento de la venta de DTS a Telefónica de Contenidos, en abril de 2015.
AMPLIACIÓN DE CAPITAL Y VENTA DE MEDIA CAPITAL
La Junta General de Accionistas que el grupo ha celebrado este miércoles, de forma extraordinaria, ha aprobado finalmente una ampliación de capital de 450 millones de euros que se realizará a través de la emisión de 375 millones de acciones nuevas de 1,20 euros de valor cada una, tal y como informa Europa Press.
También han dado luz verde a una segunda ampliación de capital de 100 millones de euros, dirigida a los acreedores que poseen deuda de la compañía. Esta segunda operación se realizará a través de la emisión de un máximo de 50 millones de acciones nuevas a un precio mínimo de dos euros por título.
Asimismo, los accionistas han acordado, en la reunión de este miércoles en la Casa de América de Madrid, la venta de Vertix a MEO - Serviços de Comunicaçoes e Multimedia, S.A., así como el balance de situación de la Sociedad cerrado a 31 de agosto de 2017.
Además, la venta de Media Capital ha sido otro de los temas que se han debatido en este encuentro. La televisión portuguesa del grupo a la estadounidense Altice por 334 millones de euros todavía necesita la aprobación de la autoridades del regulador de medios de comunicación portugués (ERC). Una operación vital para sacar a la compañía de su actual estado de insolvencia.
DE LOS POLANCO A AMBER
En 2009 la familia Polanco controlaba el 71% del capital de Prisa, y ocho años después los intereses de la familia Polanco Moreno se han reducido hasta el 8,8%, entre la ‘family office’ Rucandio y la sociedad Otnas Inversiones, con el 4,8% y el 4%, respectivamente.
Las sucesivas ampliaciones de capital y los canjes de acciones por deuda han dejado al fondo oportunista estadounidense Amber Capital con la mayoría accionarial del grupo con el 19,3%, Telefónica posee el 13%, el banquero catarí Khalid Thani controla el 8,2% y el grupo mexicano de transporte Herradura Occidente otro 8%. Los bancos de referencia en el capital de la compañía son el británico HSBC (9%), Banco Santander (4%) y CaixaBank (5%).
El problema es que el futuro tampoco es muy mi halagüeño para Prisa. Con una deuda actual de cerca de 1.600 millones de euros, debe hacer frente a finales de 2018 a vencimientos por valor de 957 millones, casi cinco veces más de lo que vale ahora la compañía en bolsa. Un nudo en la garganta que Prisa se planteó digerir vendiendo su ‘joya de la corona’: la editorial Santillana, algo que no ha fructificado hasta ahora, dado que las ofertas que han llegado hasta la sede de la compañía no han satisfecho a la dirección.