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A.P. Moller-Maersk, dueño de Maersk Line, el principal operador mundial de transporte marítimo, se desploma en bolsa más de un 8% tras comunicar este jueves que obtuvo un beneficio neto atribuido de 2.745 millones en el primer trimestre del año, cifra que multiplica por once el resultado de 245 millones correspondiente al mismo periodo de 2017. Sin embargo, el conglomerado también alertó de las crecientes incertidumbres geopolíticas y adelantó que cerrará su negocio en Irán.
"Con las sanciones que Estados Unidos está pensando imponer no se pueden hacer negocios en Irán si también tienen negocios en Estados Unidos, y nosotros los tenemos a gran escala", dijo Soren Skou, consejero delegado de Maersk a Reuters en una entrevista tras presentar sus resultados.
"Desconozco cuándo lo haremos pero estoy seguro de que también vamos a cerrar (en Irán)", recalcó Skou.
La decisión se produce un día después de que el gigante francés de la energía, Total, se uniera a otras empresas y comunicara que podría salir de Irán, generando dudas sobre la capacidad de los líderes europeos para conseguir salvar el acuerdo nuclear con Irán después de la salida de Estados Unidos.
El presidente estadounidense, Donald Trump, anunció la semana pasada que Estados Unidos abandonaba el acuerdo nuclear firmado con Irán en 2015 lo que ha dejado a los líderes europeos solos en su intención de defender el trato y proteger el comercio con Irán.
El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo este jueves que la Unión Europea debe proteger a las empresas de la UE que hacen negocios con Irán tras el paso dado por Estados Unidos.