Los accionistas de Toshiba, el conglomerado tecnológico nipón que afronta una grave crisis de gobierno corporativo, han votado en contra de la reelección de dos miembros del consejo de administración, incluido el presidente Osamu Nagayama, en lo que es un nuevo golpe a la directiva de la tecnológica japonesa.
Para muchos, el resultado de la asamblea general anual marca un nuevo punto de inflexión para el gobierno corporativo en Japón, después de que los accionistas de Toshiba se impusieran a principios de este año para conseguir una investigación sobre las acusaciones de presiones a los inversores extranjeros.
"Este resultado es una señal de un cambio de paradigma en Japón y no hará más que envalentonar a los inversores activistas, ya sean extranjeros o nacionales", dijo a Reuters Justin Tang, jefe de investigación asiática de United First Partners en Singapur.
Pero los partidarios del ahora ex presidente del consejo, Osamu Nagayama, dicen que su fracaso en la reelección solo hará que Toshiba retroceda más, privando al conglomerado industrial, que ha tambaleado de crisis en crisis desde 2015, de un liderazgo experimentado.
La junta recién elegida se reunirá más tarde el viernes para discutir quién dirigirá el nuevo consejo.
Según una fuente de Toshiba, los inversores extranjeros han votado en mayor número que en las anteriores juntas de accionistas de la empresa, ya que lo consideran una importante prueba de gobierno corporativo en Japón. La fuente no estaba autorizada a hablar con los medios de comunicación y declinó ser identificada.
Queda por ver cómo responderá el gobierno a los resultados de la Junta General de Accionistas.
Toshiba, que fabrica equipos de defensa y reactores nucleares, tiene una importancia estratégica para el gobierno, y el ministro de Comercio, Hiroshi Kajiyama, no se ha disculpado por los tratos de su ministerio con la empresa, diciendo que las políticas que aplicaba eran naturales para el ministerio.
