Los accionistas de referencia de Samsung han aprobado la fusión, de 8.000 millones, de sus dos filiales de diseño.
Esta operación, que fue aprobada por el 69,5% de los votos de los accionistas, se ha producido tras una larga lucha con el hedge fund Elliott Associates y, según informa The Wall Street Journal, probablemente no pondrá fin a las presiones a las que se enfrenta la familia Lee, dueña de la firma, que ahora tiene que satisfacer las expectativas de los accionistas minoritarios y probablemente se enfrentará a una larga batalla legar con el hedge fund.
La fusión entre ambas empresas, Cheil Industries y su brazo de construcción y comercio, Samsung C&T Corp, ayudará a optimizar la enrevesada estructura de propiedad de Samsung, que consiste en unos 70 afiliados unidos por una compleja red de participaciones cruzadas.
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A través de esta fusión, el Sr. Lee, escribe WSJ, que tiene una participación del 23% de Cheil Industries, ahora tendrá un mayor control sobre Samsung C&T y en Samsung Electronics. El heredero, sigue informado el diario, está tratando de aumentar su influencia en Samsung Electronics adelantándose a la herencia esperada de su padre enfermo, el presidente de Samsung, Lee Kun-hee.
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