"Nuestra recomendación sigue siendo 'compra' y elevamos nuestro precio objetivo a 350 desde 240 peniques", afirman desde Liberum sobre IAG. Aseguran que "el potencial de beneficios a largo plazo no se ha visto afectado por la pandemia y su posicionamiento estratégico favorable sigue intacto. Ni esto, ni el fuerte impulso positivo de las ganancias se reflejan en la valoración actual".
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Según detallan en un reciente informe, creen que el impulso positivo de las ganancias continuará. "Una perspectiva de coste de combustible más favorable y una demanda resiliente impulsan mejoras sustanciales a las estimaciones a corto plazo".
La firma ha revisado sus previsiones tras los recientes resultados del primer trimestre y ha actualizado sus suposiciones sobre el precio del combustible para reflejar la fuerte caída desde su última revisión de pronósticos. "Ahora asumimos 750 dólares por tonelada para la porción no cubierta de la factura de combustible. Los precios del combustible siguen siendo volátiles y nuestras previsiones para el año son teóricamente más sensibles con una cobertura de cobertura mucho menor (o nula)".
Sin embargo, añaden que, "en la práctica, asumimos que los ingresos unitarios se ajustan con el tiempo para reflejar el entorno de costes de combustible prevaleciente. Ese ajuste es modesto a corto plazo, lo que refleja la capacidad limitada de las aerolíneas para agregar capacidad a corto plazo, lo que resulta en movimientos descomunales en las estimaciones, a pesar de las suposiciones conservadoras sobre las perspectivas de ingresos por unidad".
IAG ha elevado su previsión para el año 2023 por encima del rango de beneficio operativo anterior (1.800 millones de euros-2.300 millones de euros). "Esperamos que nuestras nuevas previsiones se mantengan por encima del consenso, dependiendo de dónde se asienten las cosas después de los resultados", señalan en Liberum. "Entendemos la cautela de la gerencia sobre la orientación, dada la volatilidad reciente en los precios del combustible y el entorno macroeconómico incierto".
Los analistas ven un margen continuo para la recuperación: "No es frecuente que la industria de las aerolíneas se beneficie simultáneamente de las fuertes tendencias de ingresos por unidad y la caída de los precios del combustible para aviones. No obstante, dado que la capacidad de la industria aún está por debajo de los niveles anteriores a la pandemia en la mayoría de las rutas, a pesar de que el PIB está muy por encima de los niveles anteriores a la crisis".
Como explican, "los precios más bajos del combustible normalmente estimularían la capacidad incremental, erosionando la fortaleza de las tarifas promedio. Sin embargo, existen cuellos de botella generalizados en la cadena de suministro, incluidos retrasos en las entregas del fabricante, escasez de personal y disponibilidad reducida de repuestos. Estos están limitando la propensión normal de la industria de las aerolíneas a un comportamiento autodestructivo y están imponiendo un crecimiento disciplinado de la capacidad. Estos factores sustentan nuestra perspectiva optimista", dicen.