- El grupo tratará de refinanciar los bonos de 2021 pero no estará obligado a hacerlo
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Acuerdo a contrarreloj. LetterOne, dueño de un 70% de DIA, ha logrado que los bancos a los que la cadena de supermercados debe 912 millones acepten refinanciar su deuda y darle más liquidez. A cambio, el fondo propiedad de Mijaíl Fridman ha aceptado buscar fondos para refinanciar los bonos que vencen en 2021.
El último banco en aceptar las condiciones de la refinanciación ha sido Santander. Las negociaciones se han apurado hasta el último momento de este lunes, último día para que DIA lograra una solución para su situación de desequilibrio patrimonial y evitara tener que solicitar el preconcurso de acreedores para blindar su operación.
En su comunicación a la CNMV, dos horas después de que la presidenta de Banco Santander lo avanzara a través de su cuenta en Twitter, LetterOne pide al Consejo de Administración de DIA que no inicie "cualquier iniciativa prevista en la Ley Concursal" que impediría la ejecución del plan de salvamento que han diseñado para la compañía y que implica tanto la ampliación de capital de 500 millones como la disposición de nuevas líneas de financiación por importe conjunto de 380 millones. La solicitud de concurso o preconcurso por parte de un tercero será, además, causa de terminación del acuerdo cerrado con los acreedores de la deuda bancaria.
Tras semanas de negociación, LetterOne ha conseguido que la banca confíe en su plan para salvar a DIA. La refinanciación extiende la fecha de vencimiento de toda la deuda hasta marzo de 2023, cuatro años casi completos.
Además, solicitó más liquidez a la vista del deterioro sufrido por la compañía en los últimos meses, y los bancos han accedido a conceder nuevas líneas que suman 380 millones y que se dividen en: 200 millones por un período de tres años; 100 millones por un período de tres años de la que sólo se podrá disponer una vez que se haya agotado la anterior; y 80 millones por un año, con opción de extenderla a dos si DIA sigue necesitando liquidez, para financiar las necesidades de liquidez con los proveedores.
LetterOne ha conseguido también que los bancos le permitan destinar los fondos que obtenga de la venta de Clarel y Max Descuento al negocio y no a amortizar de forma anticipada la financiación sindicada. Esto se aplica a los fondos de la ampliación de capital y a cualquier préstamo participativo que el principal accionista de DIA pueda adelantar antes de ejecutar la ampliación. Por otra parte, la cadena de supermercados no distribuirá dividendo hasta que la financiación sindicada y las nuevas líneas estén totalmente repagadas.
LOS BONOS DE LA DISCORDIA
En cuanto a los bonos, el escollo con Banco Santander, LetterOne lo salva con el compromiso de buscar fondos para refinanciar los 300 millones que vencen en 2021. Un compromiso genérico que sirve a ambas partes para cerrar la pelea mantenida hasta ahora y basada en que se estaba exigiendo a los acreedores bancarios un esfuerzo que a los bonistas no y eso era un "trato discriminatorio".
En concreto, el fondo de Fridman ha accedido a contar con la autorización para obtener 400 millones con el objetivo, entre otros, de refinanciar los bonos que vencen en dos años. Eso sí, "DIA no asume una obligación de refinanciar los bonos con vencimiento en 2021". No hay mención a los que vencen este verano, por 308 millones, ni en 2023.
Pero este punto del acuerdo no ha sido fruto de los últimos tira y afloja con el banco de Ana Botín, es el acuerdo que ya habían firmado 16 de las 17 entidades acreedoras y al que Santander se ha sumado 'in extremis' para evitar la quiebra de DIA "por responsabilidad". En realidad, Santander no tenía mucho más margen de maniobra. El 77,5% de la deuda sindicada había aceptado unas condiciones que podían homologarse por vía judicial y arrastrarle. Su última posibilidad era impugnar ese acuerdo alegando "sacrificio desproporcionado", pero para eso tenía que lograr que el perímetro de la deuda abarcara también a los bonistas.
CAUSAS DE TERMINACIÓN
El acuerdo firmado con las 17 entidades acreedoras de la deuda bancaria tiene varias líneas rojas que supondrán su terminación, explica el fondo de Fridman al mercado.
La primera es que LetterOne tiene que liquidar la opa esta semana. Tras lograr que un 40% de los inversores le vendieran sus títulos en la opa, el fondo de Fridman tendrá que desembolsar los correspondientes 170 millones antes del viernes 24 de mayo. Tras lograr el control de DIA, LetterOne ha desbloqueado este lunes el segundo hito marcado para inyectar capital en la cadena de supermercados, pero aún falta que sus ejecutivos ocupen la mayoría de puestos en el Consejo de DIA.
Además, es necesario que se inyecten al menos 490 millones a la compañía a través de la ampliación de capital ya aprobada por la junta o de un préstamo participativo antes del 19 de julio. Otra causa de terminación de este acuerdo con la banca es que DIA y los prestamistas correspondientes suscriban todos los compromisos vinculantes antes del 31 de mayo en referencia a las nuevas líneas de financiación de 100 y 80 millones, respectivamente.