El ascenso de Pedro Sánchez a la presidencia del Gobierno ha suscitado opiniones encontradas. Por un lado están quienes afirman que el socialista, y sus políticas, apenas tendrán efecto en el devenir económico de España, y por otros los que han dado la voz de alarma. Y también hay quienes están divididos, como es el caso de S&P. La agencia de calificación crediticia asegura que Sánchez no afectará de forma inmediata al rating del país, aunque también dice que las empresas sí notarán su llegada a La Moncloa. "Disfrutarán de un crecimiento económico sólido, pero más lento", asevera.
"La incertidumbre política sigue siendo el principal factor de riesgo para las empresas españolas"
En un informe S&P señala que desde 2014 las empresas españolas se han beneficiado de las medidas que adoptó el Gobierno de Mariano Rajoy, sobre todo en lo que respecta al mercado laboral y al sistema bancario español, y que gracias a eso han registrado fuertes tasas de crecimiento. "No solo se han beneficiado de la sólida recuperación económica, sino también de un marcado aumento en las exportaciones, una reducción sustancial en la deuda de los hogares, que se traduce en un aumento en los niveles de consumo, así como de una gran caída en los costes de financiación, lo que ha impulsado las ganancias", dice la agencia.
No obstante, afirma que las cosas pueden cambiar con la llegada de Sánchez. "La incertidumbre política aún no ha afectado de manera significativa las perspectivas de crecimiento", aunque "sigue siendo el principal factor de riesgo para las empresas españolas, junto con posibles perturbaciones relacionadas con el comercio mundial", alerta S&P. Cree que el crecimiento de las empresas seguirá siendo estable, aunque apunta a una ralentización. Y es que "hay una falta de visibilidad sobre los detalles de la estrategia de política económica del nuevo Gobierno".
Aunque la agencia también explica que dado el compromiso de Sánchez de mantener los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2018 aprobados por el Ejecutivo de Rajoy, no habrá "ninguna desviación significativa en el camino de la consolidación presupuestaria".
"Las empresas españolas deberían seguir beneficiándose de los buenos fundamentos económicos y crediticios", afirma S&P, que cree que el crecimiento del PIB en España se reducirá al 2,7% en 2018, al 2,3% en 2019 y al 2% en 2020, "pero seguirá superando al de la zona euro". De hecho, apunta que las compañías orientadas a la exportación y al consumo "deberían seguir beneficiándose especialmente de este entorno favorable, mientras que las empresas relacionadas con la inversión deberían recuperarse".
Según el analista de S&P Gonzalo Catabrana Fernández, "algunas industrias enfrentan obstáculos adicionales, como cambios regulatorios en las de transporte y energías renovables y una disrupción digital en las industrias minoristas y de indumentaria". "Otros se beneficiarán, como la industria del petróleo y el gas, del aumento de los precios del petróleo, y la industria de las telecomunicaciones lo hará del continuo crecimiento de los ingresos a pesar de la competencia", insiste este experto.
"Nuestra perspectiva económica se refleja en las calificaciones corporativas españolas, que muestran una mayor proporción de perspectivas positivas que en Europa en general (14% frente a 8%) y un sesgo de perspectiva neta más favorable (+7,1% respecto a -5,3%)", según el analista Carlos García Bayon.